Alba y Nacho se conocen desde que eran niños. La conexión entre ellos es muy especial y aumenta con el paso de los años, hasta que ella se casa y, obligada por su marido, se distancia de él.
Nacho se marcha a Londres. Allí encontrará al amor de su vida, a quien luego perderá a causa de una desconocida enfermedad. Alba, que no sabe lo mal que lo está pasando su amigo, acude a él tras su fracaso matrimonial. Su reencuentro crea una unión irrompible, pero al cabo de poco tiempo, ella descubre que Nacho también está enfermo.
En su afán por ayudarlo a luchar contra lo que parece inevitable, Alba conocerá a Víctor. Y lo que en un principio no son más que encuentros fortuitos, se acaba convirtiendo en un amor incondicional que le permitirá superar sus miedos e inseguridades.
Esta novela hará que te cuestiones varias cosas: ¿por qué el destino es capaz de hacernos encontrar a nuestra media naranja en el peor momento de nuestra vida? ¿Por qué siempre decimos que se mueren los buenos y los malos se quedan aquí para fastidiarnos?
En este libro encontramos la historia de Alba y Nacho, dos amigos que se adoran desde el día en que se conocieron.
Un día, Alba vuelve con su madre de una actuación del colegio (va vestida de monito) y se encuentra con que, en la puerta de su casa hay un montón de muebles. Al subir al rellano, en la puerta de la casa de su vecina Remedios se encuentra a un niño de su misma edad (7 años) con los ojos enrojecidos de tanto llorar.
Después de preguntarle, este le cuenta que sus padres han muerto, y Alba le pide que cuando él quiera puede subir a casa a jugar con ella. Más tarde, Remedios sube a hablar con Teresa (la madre de Alba) y Blanca (la abuela de Alba) y a que Nacho juegue con Alba.
Mientras los niños juegan juntos, Remedios les cuenta a sus dos amigas el accidente de su hija, se siente destrozada, su hija y su yerno acaban de morir en un accidente de tráfico, un camión se ha saltado un stop y se los ha llevado por delante muriendo en el acto.
Ahora, Remedios tiene que hacerse cargo de sus tres nietos, Luis de once años, Nacho de siete años, y la más pequeñita de cuatro años.
El tiempo va pasando y ellos van creciendo juntos, van al mismo colegio, comen juntos, van a las mismas fiestas. Nacho y Alba son dos personajes guerreros que luchan por su futuro sin dejar que nada ni nadie los separe. Mientras que Alba intenta ayudar a su mejor amigo, también se encuentra con el amor, por lo que no tenemos un libro cargado de escenas tristes, tenemos un libro en el que las emociones y los sentimientos priman por encima de todo lo demás.