LIBROS

Una novela con un contenido desgarrador, trágico, de una enorme dureza psicológica, pero que a la vez presenta una historia conmovedora. Es difícil encontrar estos adjetivos tan dispares juntos en un mismo contexto, pero en este caso el autor sabe conjuntarlos a la perfección, mezclando un escenario cruel y violento con una historia emotiva y afectiva, y todo ello, a pesar de estar dentro de una novela de ficción, mostrando un mundo real, actual, y cercano.

Este libro hará aflorar emociones tan dispares entre sí como la rabia y el afecto, el abatimiento y la esperanza, la tristeza y la alegría. Cuenta la historia de dos mujeres, Mariam y Laila, de edades y orígenes diferentes, pero que comparten una vida tremendamente dura y despiadada. Juntas luchan simplemente por la supervivencia dentro de ese mundo hostil y represivo en el que les ha tocado vivir.

Hace un recorrido por la trágica historia reciente de Afganistán, desde finales de los años 70 con el golpe militar que convirtió el país en un régimen comunista, pasando por la guerra contra los insurgentes mujahidines que querían acabar con este régimen, la intervención rusa, las posteriores luchas internas para hacerse con el poder de las diferentes facciones mujahidistas, la toma del poder por los extremistas talibanes, hasta la intervención del ejército estadounidense y sus aliados contra el régimen talibán tras los atentados de las Torres Gemelas.

Guerra tras guerra, sin apenas tregua, que convirtieron la frágil vida pacífica de principios de los 70 en tres décadas de pesadilla continua para los habitantes de ese país. Pero también nos muestra otra cara de la vida, la cotidiana. Esa que sufre a diario una gran parte de la población, las mujeres, que diariamente tienen que soportar el desprecio social, laboral, judicial, de una cultura de dudosos valores que bajo argumentos religiosos o ideológicos, las anula, las humilla, las priva de libertad, de educación, de dignidad, obligándolas a vivir una vida indigna, impropia de un ser humano.

Mariam es una “harami”, una hija ilegítima, que vive con su madre en una modesta cabaña a las afueras de la ciudad apartadas de la sociedad. Una vida “tranquila”, en la que su única ilusión es la visita que semanalmente le hace su padre, disfruta con las cosas que le cuenta, con su compañía mientras pescan juntos, con sus juegos, es el momento que espera durante toda la semana.

La invade una enorme tristeza cuando le ve desaparecer ladera abajo camino de su casa donde vive cómodamente con sus esposas y sus hijos legítimos. Pero con apenas quince años su vida sufrirá un drástico cambio. Su padre la entrega en matrimonio a un hombre treinta años mayor que ella que ha sufrido la pérdida, primero de su esposa, y después de su hijo. Su nueva vida está en Kabul, lejos de esas tierras donde se crió.

Laila, por el contrario, se ha criado en un ambiente totalmente diferente, en un agradable ambiente familiar. Es de una generación posterior a Mariam. Su infancia discurre durante la ocupación rusa, con el régimen comunista en el poder. Disfruta con la compañía de sus padres, y con la de Tariq, un amigo que conoce desde la infancia y con el que pasa gran parte del día estudiando y jugando. Pero las continuas guerras internas tras la caída del régimen inevitablemente trastocarán el equilibrio hogareño, y la tragedia llamará a su puerta cuando acaba de cumplir catorce años.

El destino unirá finalmente a ambas mujeres, y entre ellas, a pesar de la diferencia de edad, se unirá un fuerte lazo de amistad y amor que perdurará en el tiempo. Juntas harán frente a las consecuencias de la guerra, a la soledad, a la tristeza, al hambre, a las injusticias, ayudándose mutuamente y sin miramientos en los momentos más adversos, pero también compartirán los escasos momentos de frágil felicidad que la vida les brinda.

Una historia espléndidamente narrada, con unos personajes perfectamente definidos, y con una increíble descripción, no solo de ambientes y acontecimientos, sino también de emociones.