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Nos encontramos en el siglo XV, Marc Roselló es un joven sacerdote que se encuentra, provisionalmente, en un monasterio en Camprodón. Un día encuentra en el bosque el cuerpo de una mujer que ha sido atacada y que se encuentra inconsciente. La mujer es Àgnes de Girabent, hija de un noble rural que aspira a ser doctora y no a casarse con quien ya le ha sido designado.

Àgnes está muy grave, tanto que parece que apenas le queda un halo de vida. La recuperación es dura y difícil y, lo peor de todo, no recuerda nada de lo que sucedió ni tampoco quién es. El amor, prohibido, surge entre la mujer y el sacerdote y las dificultades comenzarán a surgir.

Esta novela es una historia de amor, pero no es solo eso, es una novela histórica. Nos habla de la situación de la mujer, totalmente dependiente de su padre o de su marido sin posibilidad alguna de elección. Nos describe la pobreza que existía en las calles y también nos narra los terremotos que acaecieron en Vic y que asolaron la zona en la época siendo, estos, un suceso imprescindible en el desarrollo de la novela.

Amor prohibido está narrada de una forma impecable. La prosa es detallista centrándose la autora más en lo emocional que en lo real. Habla de sentimientos, de emociones y de estados anímicos. Odio, amor, envidia, anhelos y temores son descritos muy fielmente. El lenguaje es rico pero natural y los diálogos son muy vivos y no resultan forzados lo que hace que el lector se sienta cómodo leyendo la novela.

Los personajes principales son muy potentes, sobre todo Àgnes, que tiene una fuerza y una forma bastante real. Todos los personajes encajan a la perfección con su papel en la novela haciéndola más creíble.

Es esta una novela que te atrapa desde la primera página. Una historia envolvente que va avanzando en cada página acercándote, cada vez más, a un final que será, cuando menos, sorprendente. El ambiente monacal crea una atmósfera hermosa, que te recoge para la lectura en paz que todos deseamos.

Es una novela de amor, de lucha, de sueños. Una buena muestra de que hay que luchar por nosotros mismos y por nuestros deseos.