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La vida de Jules por fin era tranquila; no perfecta, pero sí tranquila. Había conseguido dejar atrás todo el pasado, todo el dolor y aquel pueblo lleno de recuerdos tan nefastos que empañaron su niñez y parte de su adolescencia.

Al menos eso creía ella hasta el momento en que la policía llegó a su casa, la noticia que recibió no podía ser peor. Su hermana Nel ha muerto, dejando atrás una niña adolescente. Ahora tiene que regresar a Beckford, a reconocer el cadáver de su hermana y a hacerse cargo de la hija de esta.

La policía que investiga la muerte de su hermana dice que Nel saltó de un acantilado. En un primer reconocimiento del cuerpo no parece que haya sido empujada por nadie, no hay signos de lucha en su cuerpo y tampoco en la escena. Nel ha muerto a causa de los traumatismos recibidos por la caída.

Pero Jules no está totalmente convencida de ello, conoce lo suficiente a su hermana para saber que ese no era su estilo, a pesar de no haber mantenido el contacto con ella en años, lo sabe, sabe que algo no huele bien en la muerte de su hermana.

Poco a poco se va internando en la vida de Nel, conoce a su rebelde hija Lena, que parece de todo menos triste por la pérdida de su madre, a sus enemigos y sus amigos, y también esa investigación que al parecer disgustaba a tanta gente del pueblo.

Siempre supo que su hermana estaba demasiado interesada en la historia de La Poza de las Ahogadas, en las muertes y suicidios que allí se sucedieron, y ahora, después de averiguar que Katie, la mejor amiga de Lena también se tiró por el acantilado tan solo unos meses antes, está más interesada que nunca en saber que es lo que realmente pasó.

Nada en este momento es fácil para Jules: su sobrina parece enfadada con el mundo, la policía no parece esclarecer nada en la investigación, vecinos que culpan a su hermana de la muerte de Katie y otros que la apoyan...

A pesar de todo ella está allí, y sea como sea averiguará lo que la verdad esconde.

La historia está contada por los personajes en capítulos que llevan su nombre, y como cada uno de ellos tiene su propio capítulo , se podría decir que casi todos son protagonistas principales. Todos narran su versión de la historia, y su propio punto de vista, lo que hace que el lector no pierda ni un solo detalle de la trama. 

Todo está contado y descrito minuciosamente para dotar a la historia de un realismo espectacular. Y no solamente a los escenarios, sino también a los sentimientos o percepciones que presentan los distintos personajes.

Esta novela presenta una prosa sencilla pero delicada, con unos ritmos bien calculados. Hawkins consigue crear una tensión narrativa que atrapará al lector de una manera sorprendente, a pesar de presentar un inicio algo confuso y un ritmo relativamente pausado comparándose con otras novelas de este tipo.