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La historia nos presenta a Rachel, nuestra protagonista. Esta chica está pasando por una época muy difícil: su matrimonio fracasó, la echaron del trabajo, vive en casa de una amiga a la que apenas conoce. Se pasa el día bebiendo y fingiendo que acude al trabajo. Rachel toma cada día a la misma hora un tren que la lleva a Londres. Conoce el trayecto de memoria, incluso sabe cuándo los semáforos harán que el tren se detenga dejándole a la vista una preciosa casa donde vive un matrimonio al que ella considera perfecto. No conoce a esa pareja, pero les ha puesto nombre y ve en ellos toda la felicidad que ella perdió.

Los problemas surgen cuando la chica idílica de la preciosa casa desaparece. Rachel cree que su testimonio puede ser crucial en la historia, lo que no sabe es que su credibilidad está por los suelos y lo único a lo que puede aspirar es a meterse en una encrucijada de la que le será muy difícil escapar.

El mensaje que envía la autora en esta novela es que tendemos a envidiar la vida de los demás, a creer que todos son felices y que únicamente las malas rachas nos rodean a nosotros, pero no. Cada familia es un mundo, cada mente un universo y por más que creas conocer a una persona, nunca terminas de hacerlo.

Los personajes de esta historia son totalmente realistas. Ver la historia a través de sus ojos nos da una visión completa del cuadro, pero no por ello deja de ser un auténtico rompecabezas. Tenemos a Rachel, nuestra protagonista. Una mujer que cree haber caído en un pozo sin salida y que solo encuentra consuelo bajo el alcohol. La visión que nos da es pesimista, pero de algún sitio consigue sacar fuerzas para involucrarse en una investigación en la que no tiene nada que ver pero que la ayuda a seguir adelante con su vida.

Este personaje puede llegar a ser muy confuso, pues muchas veces está bajo los efectos del alcohol y no es capaz de recordar qué pasó o qué hizo; este ha sido uno de los puntos más criticados por algunos lectores, pero también el que el que más ha gustado a otros, pues ver la confusión en el personaje e ir aclarando todo poco a poco ha sido uno de los motivos principales hace que se enganchen.

Por otro lado están Ana y Megan. Estas dos chicas también serán narradoras en la historia y a pesar de que todas tienen un carácter y una forma de ver la vida totalmente diferente, hay un punto que las une. Ese punto será el que tendrán que averiguar en un final totalmente sorprendente.

La pluma de Paula Hawkins es muy especial. Alterna capítulos en diferentes secuencias de tiempo. Además, cada uno de los capítulos es contado por una de las tres narradoras: Rachel, Megan y Ana. Los sucesos ocurren con un ritmo constante que no da tregua; no sentirás necesidad de dejar descansar la historia, al contrario, necesitarás llegar a la conclusión cuanto antes.