El amor es todo menos sencillo cuenta la historia de Jacqueline Wallace, una chica universitaria que trata de recomponerse después de que su novio, Kennedy, la deja. Su mejor amiga Erin, para ayudarla a salir de la depresión por su reciente ruptura, la anima a que vaya a la fiesta de Halloween de la hermandad del ex, pero al salir de la fiesta es atacada por alguien y allí es donde conocerá a Lucas, quien se convertirá en su salvador.
Lucas es guapísimo, de cabello negro, lleno de tatuajes y con un piercing en el labio, y aparenta todo menos lo que es: un chico súper inteligente, educado y sobre todo tierno. Él guarda un oscuro y triste pasado, que le carcome el alma. Jacqueline y Lucas iniciaran un romance que los ayudará a superar sus trastornos y miedos.
Jacqueline es un personaje sencillo, es una chica que pasó por un momento bastante difícil que tiene que superar. A medida que avanza el libro la veremos evolucionar y hacerse más fuerte. Por otro lado, Lucas, es uno más de esos personajes masculinos que te dejan deseando que existieran en el mundo real. A pesar de su fachada de tipo duro y malo.
Webber logró crear una historia sencilla pero adictiva, ya que no puedes soltar el libro hasta terminarlo. Por cierto, es bastante corto, así que se lee rapidísimo. Sin duda, una historia con un romance bonito que avanza sin ninguna prisa y que se toma su tiempo para lograr encajar. Con una trama y un trasfondo muy importantes.
El libro está narrado desde la perspectiva de Jacqueline solamente. Pero no todo está perdido, pues al parecer habrá una precuela de esta historia y será desde el punto de vista del galán. En resumen, una historia que logra enamorar y con un mensaje muy importante para todas las mujeres. Una lectura muy recomendable.