Lo que sirve para todo, no sirve para nada

“Lo que sirve para todo, no sirve para nada”, reza una máxima, enfatizó Silvia Gloria Nuricumbo Gallegos, jefa de la Unidad de Control Sanitario de Publicidad y Líder de Productos “Frontera”, del Departamento de Operación Sanitaria de la Dirección de Protección contra Riesgos Sanitarios (Dipris) en Chiapas, con respecto a los productos “Frontera” o también denominados “Milagro”.

Estos productos son aquellos suplementos alimenticios o “medicamentos” que sirven para una función pero les confieren -dentro de su publicidad- propiedades terapéuticas, rehabilitatorias o curativas que no tienen, por lo que las autoridades sanitarias del sector salud vigilan que no se propaguen y engañen a las personas, ya que pueden ser de alto riesgo.

En este sentido, dijo que no son como tal medicamentos sino productos “frontera” y no solamente tienen que ver con productos herbolarios, sino con los que tienen un origen para una función específica, pero dentro de la publicidad les confieren propiedades que no contienen e invaden otra área: “frontera se les dice porque oscila publicitariamente entre lo que es y lo que dice que hace”.

Explicó que un suplemento alimenticio, según la Ley General de Salud en su artículo 215 fracción quinta, especifica que es una serie de adicionados que sirven para complementar la ingesta dietética diaria, sin embargo, éste se convierte en un producto “Frontera”, cuando se altera su contenido mañosamente, en la publicidad que se maneja en diversos medios.

“Un medicamento para que tenga que ser considerado como tal, tiene que pasar por un protocolo de investigación y es un coadyuvante en el tratamiento de enfermedades, y si no, no lo es”, puntualizó la entrevistada.

Expresó que en cuanto se detecta la publicidad, inmediata mente se pueden realizar procedimientos jurídicos administrativos, pero estos son competencia de la Cofepris .

Asimismo, señaló que también existen establecimientos que básicamente son estéticas, pero invaden otra esfera cuando realizan delineados permanentes u otros en donde ejecutan procedimientos estéticos pero realizan métodos invasivos corporalmente hablando.

Recordó que el proyecto Producto Frontera arrancó en el 2010, en cuanto a detección a través de campañas, y la Cofepris aseguró en 2011, por lo menos 675 productos, dentro de la primera fase, para el 2012 la cifra se redujo a 180, de ahí en adelante no se ha realizado un operativo a nivel nacional.

Apuntó que muchos de estos productos provienen por lo regular de las ciudades como Monterrey, Guadalajara, y estados como Puebla y Veracruz, en donde realizan también la publicidad engañosa, a diferencia de la Ciudad de México que es de donde se tiene el estereotipo y de donde se originan éstos.

Asimismo, dijo que las acciones que se desarrollan para evitar este tipo de productos, se lleva a cabo en farmacias y tiendas naturistas, además se detecta a través de los volantes que se reparten en puntos concurridos.

Cabe destacar que según el Reglamento de la Ley General de Salud Materia de Publicidad, cualquier ciudadano puede denunciar de manera escrita para actuar conforme a la ley.