Los Orantes, una familia de patriarcado

Jesús Alejo Orantes Ruiz es heredero de una familia mítica en el sureste del país; es uno de los 100 hijos de don Carmen Orantes(+), un patriarca que lo mismo fue acusado de matón, cacique y pistolero que recordado por caritativo y bondadoso.

En cualquier caso, el común denominador es la construcción de una historia que hila las carencias sociales del Sureste nacional y la riqueza de sus tierras. En esas tierras se paseaba Carmen Orantes, un hombre a quienes los candidatos a gobernadores -dicen- se arrimaban para tener su venia, un rico terrateniente, dueño de ingenios cañeros, siembras generales, ganadero y audaz con las mujeres.

Hace algunos años que el patriarca de la familia falleció. Hoy, el heredero de su sagacidad social y política es Jesús Alejo Orantes Ruiz, un hombre inmerso en la política, recientemente diputado local por el Partido Revolucionario Institucional (PRI), instituto político que, dijo, le llegó por herencia y al cual renunció por diferencias “irreconciliables” con la cúpula directiva.

“Tengo un profundo amor por el PRI, no así por quienes hoy dirigen su rumbos, por eso me marcho a la soledad a pensar en proyectos y a trabajar en la construcción de ideas que fortalezcan la atención de los sectores más necesitados”.

Como político, Orantes Ruiz es un personaje atípico de la clase local. Con botas, sombrero y su peculiar paliacate ceñido al cuello. Cuando diputado regalaba su salario a municipios pobres, confrontaba a grupos contrarios.

Estas acciones le han valido el cariño de la clase popular que incluso lo candidateó -ahora sin partido- como independiente a la gubernatura del estado en el 2018.

Finalmente, cuando se le pregunta de la relación con el Gobierno del estado, es tajante afirmando que es de total respeto y cordialidad, pues ve en Manuel Velasco a un hombre trabajador y de principios.