Luis García Montero habla de la poesía
El poeta español Luis García Montero. Cortesía

“El poema es un estado de ánimo”, dice Luis García Montero (1958). A fuerza de versos, el poeta granadino ha labrado un sitio dentro de la lírica en castellano, gracias a títulos como El jardín extranjero (Premio Adonáis); Habitaciones separadas (Premio Nacional de Poesía); y La intimidad de la serpiente (Premio Nacional de la Crítica). Además, por su trayectoria ha obtenido el Premio Poetas del Mundo Latino, y recientemente el Premio Internacional de Poesía Ramón López Velarde.

Montero se asume como un autor preocupado por su presente, pero convencido de que la coyuntura y el sermón político no tienen cabida en la poesía o la novela.

Usted se mueve con la misma soltura entre la poesía y la narrativa…

Antes que otra cosa me siento poeta. Me eduqué en la poesía. Durante la adolescencia tengo el recuerdo muy vivo de mis lecturas de Neruda o Lorca. Si me pongo a escribir y me sale un buen poema, me creo con derecho a tomar un mes de vacaciones. Cuando hago un artículo o acabo una novela, al otro día me siento con ganas de seguir escribiendo porque no me merezco tal mérito.

Su primer libro apareció en 1980, ¿cómo evitar la repetición?

Conforme pasan los años uno tiene miedo a repetirse.En la juventud la impaciencia es una virtud porque te obliga a buscar tu propio mundo, pero después de muchos años dedicados a la poesía, temes repetirte, caer en el uso de fórmulas y palabras gastadas; por eso se pasa de la impaciencia a la paciencia. Cuando pasé a la novela fue para relajarme más como poeta, pero te confieso que me siento inseguro con la narrativa, a pesar de que haber publicado tres libros; en poesía me siento seguro hasta de mis errores.

Usted suele escribir sobre procesos sociales y políticos. ¿Le resulta estimulante el momento actual que vive su país en términos creativos?

Tengo una dimensión cívica muy fuerte, lo que tengo claro es que la literatura tiene poco que ver con lo coyuntural y lo superficial; y no tiene nada que ver con las consignas. La tarea de un escritor es ser independiente y defender su libertad. No puede ser el divulgador de una moda o un partido político. La literatura también permite muchos espacios y por medio de los artículos pueblo hablar del tiempo en el que vivimos. Estamos en una época donde el dinero se mueve de muchas maneras y destruye al Estado; fíjate lo que sucede con el narcotráfico en México o el nacionalismo en Gran Bretaña.

En España el neoliberalismo no solo está detrás de medidas que castigan a la sanidad pública, sino también de los motivos de un proceso de independencia. En el caso catalán creo que democráticamente se le puede dar a un pueblo la posibilidad de decidir su futuro, ahora dicho eso, también digo que si hubiera referéndum haría campaña en contra de la independencia catalana, porque creo que se trata de una reivindicación del mundo del dinero y no de una conciencia social.