Mejor que los padres no sean famosos

Ser hijo de padres famosos parece un ventajoso punto de partida, pero en muchas ocasiones se convierte en un caramelo difícil de digerir. Hacer un rápido repaso arroja un elevado número de hijos de celebridades de distinto nivel que han tenido problemas con el alcohol o las drogas, episodios depresivos, trastornos alimenticios, complicaciones con la justicia o intentos de suicidio.

Romina Carrisi, hija de los cantantes Romina y Albano Power, ha sido la última en confesar que cayó en un abismo de drogas y alcohol después de participar junto a su padre en el reality italiano La isla de los famosos. “La gente me reconocía y yo no había hecho nada, solo ser hija de quien soy. No me gustaba a mí misma y empecé a beber y a tomar estupefacientes”, relató.

Paris Jackson declaró que intentó suicidarse a los 14 años, después de morir su padre, Michael Jackson, debido al acoso continuo que recibió a través de sus cuentas personales en las redes sociales. “El nivel de odio llegó tan alto que intenté quitarme la vida”, confesó en 2016.

Indio Downey, hijo de Robert Downey Jr. el actor que resurgió de sus propias cenizas gracias a Iron Man o Sherlock Holmes, fue arrestado por posesión de cocaína en 2014 y tuvo que seguir un programa de rehabilitación para dejar limpio su historial.

Chester, hijo del actor Tom Hanks, también desapareció en 2015 durante un mes para curarse de su consumo de drogas. Lo mismo ocurrió con Stephanie, ahora ya recuperada, hija de Jon Bon Jovi y que en 2012 sufrió una sobredosis de heroína y fue arrestada por posesión de droga. O con Tullulah Willy, la hija pequeña de Bruce Willis y Demi Moore, que también siguió un proceso de desintoxicación a los 20 años.

Dejar de ser niños demasiado pronto, perder el contacto con la realidad y no valorar el esfuerzo como medio para conseguir cosas que a otros les cuesta mucho lograr son algunos de los peligros que les acechan.

A veces los problemas de los padres, que también se extravían en los vericuetos de su propia popularidad, son el detonante de estas situaciones. Este podría ser el caso de Weston Cage, hijo de Nicholas Cage y aspirante a rockero de heavy metal, que con 24 años fue acusado de violencia doméstica y consumo de drogas.

O el de Cameron, hijo de Michael Douglas, encarcelado en 2009 por intento de venta de medicamentos. O el de Bobbi Kristina, hija de Whitney Houston que, como le ocurrió a su madre, consumía estupefacientes y murió de una sobredosis.