México cumple

El viernes pasado, la delegación del Estado mexicano compareció ante el Comité para la Eliminación de la Discriminación contra la Mujer (CEDAW) para la Sustentación del IX Informe rendido a ese organismo internacional, que tuvo lugar en el Palacio de las Naciones en Ginebra, Suiza. Un diálogo constructivo con resultados satisfactorios. 

El 18 de diciembre de 1979, la Asamblea General de ONU aprobó la Convención sobre la eliminación de todas las formas de discriminación contra la mujer (CEDAW), a la que México se adhirió en julio de 1980.

La CEDAW constituye la norma internacional más importante para la protección de los derechos de la mujer, que provee un marco obligatorio para lograr la igualdad de género y el empoderamiento de las mujeres y las niñas a través de incorporar la perspectiva de género en todas las instituciones, políticas y acciones en cada Estado parte.

Con el fin de evaluar los avances en su aplicación, se estableció el “Comité para la Eliminación de la Discriminación contra la Mujer”, compuesto por 23 expertos de gran prestigio moral y competencia en la materia, elegidos por los Estados Partes entre sus nacionales.

Al efecto, los Estados Partes tienen la obligación de presentar, cada 4 años o cuando le sea requerido, un informe sobre las medidas legislativas, judiciales, administrativas o de otra índole que hayan adoptado para hacer efectivas las disposiciones de la Convención y sobre los progresos realizados, para ser examinado por el Comité.

En paralelo, las organizaciones de la sociedad civil mexicana (OSC) pueden también presentar lo que se denomina “informes sombra”, en los que exponen su visión sobre aspectos que comprende el informe del país.

En enero se entregó el IX Informe del Estado mexicano, cuya integración estuvo precedida por un arduo trabajo que a lo largo de 2 años coordinaron SRE, Segob e Inmujeres. Los aspectos vinculados con la administración de justicia correspondieron a la SCJN.

La sustentación del informe estuvo a cargo de una delegación encabezada por el Embajador Miguel Ruiz Cabañas, subsecretario de Asuntos Multilaterales y Derechos Humanos de SRE; la senadora Diva Gastélum Bajo, presidenta de la Comisión para la Igualdad de Género del Senado de la República; la magistrada Miriam Cárdenas, titular de la Unidad de Derechos Humanos e Igualdad de Género de la Comisión Nacional de Tribunales Superiores de Justicia; María Marcela Eternod por Inmujeres, y por el PJF tuve el honor de participar en su representación.

También integraron la delegación, representantes de Segob, PGR, STPS, Sedena, SS, SEP, IMSS, ISSSTE y el TEPJF, así como titulares y representantes de diversas comisiones y organismos vinculados con la tutela de los derechos de las mujeres en nuestro país.

El jefe de la delegación agradeció en nombre del Estado mexicano la oportunidad que ese espacio ofrece para sostener un diálogo franco y constructivo en favor de los derechos humanos de las mujeres y las niñas mexicanas, al tiempo que permite reiterar el compromiso y la determinación de continuar avanzando para prevenir y combatir la discriminación y la violencia. 

El proceso de sustentación resultó dinámico y de sumo interés, en una constante interacción entre los expertos y miembros de la delegación, a partir del cuestionamiento sobre diversos temas que abarcaron en su transversalidad los derechos de las mujeres; entre otros: en materia de armonización legislativa, acceso a la justicia, violencia contra la mujer, trata de personas, participación en la vida política y pública, interrupción legal del embarazo y salud reproductiva y educación. Todo ello a lo largo de un día en el que se extendió la sesión, a la que asistieron representantes de diversas OSC.

En todo momento privó un diálogo respetuoso en el que destacó el reconocimiento a los esfuerzos y progresos obtenidos, haciendo patente la participación profesional y elevado compromiso de los integrantes de la delegación. Una valiosa oportunidad para cada 4 años hacer un alto en el camino y evaluar logros y pendientes.

En la siguiente entrega se abundará sobre los principales temas que fueron tratados con este motivo. Es cierto que todavía existen grandes desafíos por delante, pero los logros alcanzados y la ruta trazada nos anima a redoblar esfuerzos para abatir discriminación y violencia hacia la mujer.