Alemania, que hace cuatro años se proclamó por cuarta vez campeona del mundo de fútbol, arrancó la defensa del título en el Mundial de Rusia con una inesperada derrota ante la selección de México, que protagonizó la gran sorpresa del torneo merced a un gol de su estrella emergente, el ‘Chucky’ Lozano.
México ganó por primera vez en la historia al equipo que más veces ha llegado a semifinales (13) y cuyos títulos sólo supera Brasil, con récord de partidos (107) y goles (224). Echando por tierra, con un magistral planteamiento de su técnico, Juan Carlos Osorio, la que hubiera sido la octava victoria consecutiva de la ‘Mannschaft’ en un primer partido mundialista.
El colombiano Osorio incluyó de salida al polivalente Miguel Layún, esta vez por la derecha del ataque, con un magistral Carlos Vela de enganche, por delante del efectivo pivote Herrera-Guardado, con Lozano por la izquierda y ‘Chicharito’ en punta.
Entrenador
El ‘Profesor’, tan criticado desde algunos sectores como querido por sus jugadores, insistió en la prevalencia del “amor a ganar sobre el miedo a perder”, tal y como respondió durante su conferencia de prensa. Y le planteó un partido de tú a tú a la cuádruple campeona del mundo.
La primera mitad fue trepidante. México avisó en el segundo minuto, con una ocasión clara de Lozano a pase de Vela, gran creativo del ‘Tri’ en el Luzhniki.
Alemania insistía por banda derecha, merced a Joshua Kimmich, pero los intentos de sus delanteros Timo Werner y del madridista Toni Kroos siempre encontraron segura respuesta de la ordenada defensa mexicana y de su guardameta, Guillermo Ochoa.
La elaboración germana era la antesala del contraataque mexicano; y Alemania se enteró pronto por qué a Lozano lo apodan ‘Chucky’. El veloz atacante aprovechó un servicio al hueco del ‘Chicharito’ Hernández para hacerle un endiablado recorte a Mesut Özil y abrir el marcador, a diez minutos para el descanso.
A Alemania no le quedaba otra que adelantarse en la reanudación, en la que pronto México no amplió su ventaja, Carlos Vela fue reemplazado poco después por Edson Alvarez y Osorio dio entrada a Rafa Márquez, que aportó la serenidad suficiente, en su quinto Mundial.
Alemania atacaba a la desesperada. Y chocaba una y otra vez con el genial planteamiento del técnico colombiano. En la grada se cantó el ‘Cielito Lindo’, los germanos acabaron llorando y el discutido Osorio entró en la historia de México.