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Suena un tanto extraño pero así fue la historia de Jeremy Meeks, un hombre que es víctima del poder de las redes sociales. Solo bastó una foto en Facebook del ahora llamado “hot felon”, para que se reconociera a este como uno de los prisioneros más guapos del mundo.

Con arriba de 75 mil likes y 20 mil comentarios, su fama era rotunda y fue el momento en el que White Cross Managment y su manager Jim Jordan lo voltearon a ver. “Yo no soy modelo. Yo hago modelaje, pero también actúo y estoy a punto de comenzar una carrera en la música. No puedo limitarme a hacer únicamente una cosa”, mencionó Jeremy para Forbes.

En el marco del Milán Fashion Week 2017, la sorprendente aparición del exconvicto en la pasarela de Philipp Plein Primavera 2018 dejó a todos boquiabiertos pues, al modelar dos conjuntos, él y su presencia varonil impregnaron con mucha presencia cada una de las piezas.

El californiano ha participado en diferentes campañas fotográficas y también tuvo su primera aparición en New York Fashion Week. Desde el momento en el que quedó libre en marzo de 2016, su agenda no ha parado, según menciona su mánager.

¿En qué momento se imaginaron que un presidiario podría ser parte del catwalk de una marca internacional? Es algo poco común e inimaginable para muchos. Pero no por haber sido parte de una banda de delincuentes no puedes reivindicarse y aprovechar que tiene un físico muy peculiar.

Con unos ojos que cautivan a cualquiera, unas facciones muy duras, sus múltiples tatuajes y un tono de piel apiñonado hacen que hoy sea considerado como uno de los modelos más solicitados y favoritos de la cámara. Pregúntale a Carine Roitfeld, directora de Vogue París.