Los cinturones han vuelto. Y no, no es que durante todo este tiempo en los que ha parecido que estaban condenados al ostracismo fashion hayamos permitido que los pantalones y las faldas no estuvieran sujetas a la cintura, solo que habían pasado a un completo segundo plano. ¿O alguien recuerda cuándo fue la última vez que un cinturón fue la pieza fundamental de un conjunto memorable de street style? ¡Cómo cuesta hacer memoria!
Sin embargo, en el último año parece que todas las influencers han sentido la necesidad de lucirlos y el accesorio, que usábamos por mera comodidad cuando no quedaba más remedio, se convirtió en una pieza tan fundamental como los zapatos, el bolso o los pendientes. La atención se centra en la cintura.
¿A quiénes le tenemos que agradecer esta tendencia que resulta tan femenina? Principalmente a Gucci porque desde el momento en que Alessandro Michele actualizó el cinturón de la doble G no hay it girl que se precie que no haya caído rendida a este.
A la firma italiana le siguieron el resto, incluso Chanel que por una vez no llevó la delantera y en casi todos sus looks de Alta Costura, que estaban inspirados en la moda de los años 80, los cinturones tenían presencia.
La pasarela propone las tendencias y las influencers disponen y las tiendas low cost las llevan al gran público. Aunque entre las famosas el que más triunfa es el modelo clásico de cuero de Gucci, las tiendas de pronto moda tienen una propuesta más arriesgada que sigue la tendencia de Versace, Marni e Isabel Marant: con el largo que casi llega a las rodillas.
Tras analizar las propuestas de las tiendas más comerciales, esto es lo que deberías saber de los maxicinturones.