Según estudios realizados por el INEGI, las tendencias ambientales del país no han cambiado, y a pesar de las alertas emitidas por distintas organizaciones, México aún presenta graves índices de degradación ambiental.
Un ejemplo en Chiapas es la contaminación de los Lagos de Montebello, donde las aguas residuales, la deforestación y el uso de agroquímicos han logrado contaminar el 40 por ciento de las seis mil 22 hectáreas que integran la extensión de esta belleza natural, ubicada en la región Fronteriza de Chiapas.
En el año 2013, diferentes instancias gubernamentales y civiles iniciaron una serie de actividades con el objetivo de disminuir tales índices de contaminación, proyectos que han resultado insuficientes ante las consecuencias de un mal originado desde hace más de 20 años, explicó en entrevista exclusiva para Cuarto Poder el delegado en Chiapas de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), Amado Ríos Valdez.
En el escenario, distintos organismos a nivel federal en pro del medio ambiente, como la Conanp, Conafor, Conagua y Semarnat, han emprendido proyectos de reforestación y sustentabilidad, así como la construcción de una planta residual y un relleno sanitario, en la región Fronteriza de la entidad, específicamente en los municipios de Comitán, La Trinitaria, Tzimol, Las Margaritas e Independencia, donde se han invertido 320 millones de pesos en lo que va de esta administración gubernamental.
De acuerdo con las obras iniciadas y la meta establecida, la cual busca limpiar de manera total la contaminación suscitada, el avance actual es de un 50 por ciento, por lo que se espera que hasta el 2020 los Lagos de Montebello vuelvan a estar totalmente limpios, sostuvo el delegado.
“Esta contaminación no es nueva, a lo largo de 20 años se ha desarrollado y ha sido constante y permanente, por lo que se requieren acciones precisas y de fondo”, apuntó el funcionario federal.
Son cuatro las principales causas de contaminación que hoy generan daños visibles y otros no tanto al lago en cuestión, entre ellas: las aguas residuales que llegan directamente a las lagunas, la deforestación que ha acabado con la mitad de los árboles en esa zona, el uso de agroquímicos prohibidos a nivel mundial y que son utilizados por lo habitantes de la región, sustancias que devienen de manera clandestina del país vecino Guatemala, que al ser de bajo costo se convierten en la primera opción para los agricultores.
Una causante más, la basura generada por los ciudadanos en dicha zona, que al no ser colocada en los espacios destinados y sin la separación correspondiente, al llover, los escurrimientos de la misma acaban en el lago, indicó Ríos Valdez.
En cuanto a los mayores avances alcanzados hasta el momento, el delegado destacó la construcción de un relleno sanitario y una planta de tratamiento de aguas residuales, a donde se pretende lleguen los residuos de distintos municipios de la región.
Sin embargo, Ríos Valdez sostuvo que el problema aún persiste y se encuentra vigente, en tanto se realizan las mejoras necesarias, principalmente en reforestación.