La ordeña de ductos desorganizada y rudimentaria, aquella que realizan comunidades “a pico y pala” sin ninguna protección, es la más peligrosa de todas y puede derivar en una fuerte explosión como la ocurrida en Tlahuelilpan, Hidalgo, aseguró el director Nacional de Energía e Ingeniería Civil de la Universidad del Valle de México, Gerardo de Alba Mora.

“Por supuesto es peligroso, muy peligroso; los hidrocarburos son inflamables, hay que tener conciencia de ello. Corren mucho, mucho peligro las personas que, de manera normalmente desorganizada, de manera inapropiada y sin medidas de precaución, hacen los orificios en los ductos”, explicó.

El experto señaló que existen distintos tipos de ordeña o “huachicoleo”, y que el realizado por los grupos organizados emplea recursos y tecnología para abrir los ductos y extraer el combustible, al grado que llegan a tener las características de una toma legal.

“En realidad no hay una forma de ordeña, hay muchas; desde la más rudimentaria a pico y pala, hasta las formas más sofisticadas en donde pareciera que fuera un punto de distribución propio de la red de ductos”, detalló.

Asimismo, alertó del riesgo que implica transportar gasolina en diferentes recipientes, como se ha visto recientemente por la situación que se vive por el cierre de los ductos, lo que ha generado dificultades para miles de usuarios que desean adquirir gasolina en algunas entidades.

“Un mal manejo dentro y fuera de las refinerías, en un pozo petrolero, en cualquier punto es peligroso, incluso en una gasolinera, hay una serie de normas que nos dicen no prendas cerillos, no hables por teléfono, etcétera, nada que pueda detonar alguna flama y que aquello explote”, destacó.