Los atentados de ayer contra cinco iglesias y tres hoteles de lujo durante el Domingo de Resurrección en Sri Lanka, causaron hasta el momento la muerte de 207 personas y dejaron unos 500 heridos.
Desde la Plaza de San Pedro en el Vaticano, el papa Francisco dijo que recibió con tristeza y dolor la noticia de los ataques, y los sumó a sus deseos de paz en que citó conflictos en varios países del mundo en su tradicional bendición al mundo y la ciudad.
Estas explosiones han recibido la condena de varios líderes políticos mundiales, como Jacinda Ardern, primera ministra de Nueva Zelanda, cuyo país fue blanco el mes pasado de ataques en la ciudad de Christchurch.
“Nueva Zelanda rechaza todas las formas de extremismo y defiende la libertad de religión y el derecho a la adoración segura. En conjunto, debemos encontrar la voluntad y las respuestas para poner fin a esa violencia”, destacó la jefa del gobierno neozelandés. El Universal / Fotos: AP