La comunidad indígena Grassy Narrows denunció la presencia de altos niveles de mercurio en sus niños y jóvenes, con base en un estudio de la especialista Donna Mergler, que evaluó la salud de los infantes expuestos a lagos y peces contaminados con ese metal.

Mergler, experta en el estudio de mercurio, encontró que “la salud y el bienestar de los niños y jóvenes se han visto afectados directamente por la exposición prenatal al mercurio, e indirectamente por las consecuencias intergeneracionales de la contaminación por mercurio de los recursos pesqueros en su comunidad”.

Concluyó que los jóvenes menores de 19 años de edad en Grassy Narrows tenían más altos niveles de mercurio comparados con otras comunidades indígenas.

Grassy Narrows ha denunciado durante décadas que el envenenamiento por mercurio de los ríos Inglés y Wabigoon, en el noroeste de Ontario, continúa afectando a las nuevas generaciones de sus hijos, por lo que esta semana los indígenas fueron hasta Ottawa para pedir al primer ministro canadiense Justin Trudeau que tome medidas al respecto.

El reporte médico alertó que los niños de Grassy Narrows tenían el doble de probabilidades de no prosperar y de tener problemas emocionales o de comportamiento, y tres veces más probabilidades de tener al menos una condición que pudiera afectar el rendimiento escolar, como las dificultades del habla-lenguaje, y la discapacidad de aprendizaje.