¿Los problemas socioambientales?

La crisis climática, las sequías, la escasez hídrica y la pérdida de la biodiversidad avanzan a un ritmo acelerado. ¿Cómo están respondiendo a estos retos las instituciones de educación superior? ¿Cómo están preparando a las futuras generaciones para enfrentar los desafíos presentes y futuros?

Las universidades no solo tienen la función de formar profesionistas para insertarse en el mundo laboral, sino también la misión de preparar ciudadanos y ciudadanas que contribuyan a forjar un futuro mejor.

Para ello, no bastan los conocimientos, se requieren también capacidades para actuar. La educación superior debe fomentar el desarrollo de valores como la justicia, la equidad y el respeto por la naturaleza; tiene que ayudar a comprender los problemas socioambientales, a tomar decisiones y plantear soluciones creativas y efectivas para abordarlos y, en última instancia, debe formar líderes comprometidos con la construcción de sociedades sustentables.

Se toma como ejemplo a las y los arquitectos. Es vital que aprendan a diseñar edificaciones no solo atractivas y funcionales, sino respetuosas con la sociedad y el ambiente.

Estas y estos profesionistas deben conocer y aplicar los principios del diseño sostenible para hacer un uso eficiente de los recursos y minimizar el impacto ambiental, así como considerar las necesidades y las aspiraciones de las comunidades para las que diseñan, respetando y valorando la diversidad cultural.

Asimismo, deben desarrollar un fuerte compromiso socioambiental que les permita tomar decisiones que beneficien tanto al ambiente como a las comunidades impactadas por sus proyectos, incluso cuando ello signifique asumir costos adicionales o enfrentar desafíos técnicos.

Reorientar la formación profesional hacia la sustentabilidad conlleva el desafío de redefinir cómo enseñamos y aprendemos. Ya no se trata únicamente de memorizar datos, sino de desarrollar competencias clave y una actitud dirigida a la acción.

Son necesarios métodos de enseñanza que lleven más allá del aula y pongan a trabajar en problemas reales junto a otras y otros profesionistas y actores.

Este reto, aunque formidable, posibilita ofrecer una educación superior más pertinente y relevante para nuestros tiempos.