La Penitenciaría Central de Santa María Ixcotel de Oaxaca reprobó en el Diagnóstico Nacional de Supervisión Penitenciaria 2018, elaborado por la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), al obtener una calificación de 5.52.

A nivel estatal, Oaxaca obtuvo una calificación de 6.09 en los cuatro penales del estado supervisados, y de 7.37 en la prisión federal ubicada en Miahuatlán de Porfirio Díaz.

De acuerdo con el informe del organismo nacional, en la mayoría de las cárceles de la entidad prevalece una sobrepoblación, a excepción de los reclusorios femenil de Tanivet y del Centro Federal de Readaptación Social (Cefereso) 13.

El diagnóstico revela que las mayores incidencias en los reclusorios de Oaxaca que se presentan son la sobrepoblación, hacinamiento, deficiencias en los servicios de salud, instalaciones inadecuadas, inexistencia de higiene, deficiencias en la alimentación, falta de normatividad, insuficiencia de personal de seguridad y custodia, condiciones de autogobierno, actividades ilícitas, extorsión y sobornos, y falta de capacitación del personal penitenciario.

Asimismo, existe una inadecuada clasificación de las personas privadas de su libertad, deficiente separación entre procesados y sentenciados, ausencia de actividades educativas, deportivas y deficiencia en la atención a adultos mayores.