Política en 2019

A diferencia de las expectativas económicas que establecen con cierta exactitud los parámetros de lo que puede ocurrir con el crecimiento económico, la inflación y el tipo de cambio, en la parte política se abren apuestas más indeterminadas, en donde los márgenes de error son amplios, lo cual no quiere decir que en la economía no se produzcan enormes fallas en los pronósticos. Con este supuesto podemos ordenar unos seis indicadores sobre los que habrá que estar atentos durante los próximos 365 días.

1.- El optimismo y los resultados. Si las encuestas muestran un gran margen de confianza y optimismo sobre los posibles logros del nuevo gobierno, la contraparte necesaria tiene que ser la evidencia de resultados para traducir la abstracta narrativa de la 4T en índices medibles. Para empezar el año se puede prestar atención a dos espacios: lo que suceda en materia de combate a la corrupción y lo que pase con la violencia y la inseguridad. En las dos problemáticas se trata de modificar las tendencias para lograr resultados, por ejemplo, detener el robo de combustible en Pemex que, según AMLO, 80% se hace desde dentro de la empresa; y conocer la verdad en el caso de Ayotzinapa.

2.- Elecciones locales. Después de 2018 —donde vivimos un proceso electoral intenso y general— ahora en 2019 se tenía planeado realizar cinco elecciones locales (Aguascalientes, Durango, Quintana Roo, Tamaulipas) y una sola gubernatura (Baja California), sin embargo, el accidente del pasado 24 de diciembre en el que murió la gobernadora de Puebla, Martha Érika Alonso y su esposo, Rafael Moreno Valle, agrega a ese calendario una nueva gubernatura. Será interesante observar lo que pase con los partidos políticos después del tsunami de Morena en 2018, para ver si es una tendencia que se consolida o en cada región surge una dinámica singular con independencia de las coordenadas nacionales. También habrá que observar el impacto en el INE y los Oples por los recortes presupuestales.

3.- Los megaproyectos. Será un año en donde se podrá observar si despegan los grandes proyectos de infraestructura. La atención se centrará en las posibilidades reales del aeropuerto de Santa Lucía; en el polémico Tren Maya y en las obras del Istmo. Una parte considerable de las apuestas de AMLO está vinculada a estos tres proyectos que tienen una gran cantidad de adversarios que van a mover sus recursos para que las obras no avancen.

4.- El Congreso. Uno de los miradores que ha sido importante es la dinámica del Poder Legislativo, en donde a pesar de tener una composición mayoritaria de la coalición de Morena, se ha convertido en una caja de resonancia nacional en donde se disputan las piezas más importantes del nuevo gobierno. Lo vimos recientemente con el presupuesto y las repercusiones que tuvo en toda la administración pública. Muy pronto el Congreso será el escenario para debatir lo que suceda con la Guardia Nacional y las esperables correcciones que pueda tener esta iniciativa, como su temporalidad y su conducción civil. Otro proyecto importante es el de la reforma laboral para democratizar el mundo del trabajo. Tal vez se presenten otras reformas como la que regularía el Artículo 134 constitucional en materia de publicidad oficial.

5.- La agenda mañanera. La dinámica de información política es un mirador permanente para observar a este gobierno. Las famosas conferencias mañaneras del presidente que hace de lunes a viernes a las 7 de la mañana marcan la agenda, sin embargo, la acumulación y el cansancio pueden empezar a generar rendimientos decrecientes. ¿Cuánto tiempo puede estar el presidente en todos los temas importantes y ganar la atención pública de manera positiva?

6.- El vecino del norte. En la parte internacional está la enorme presencia de Estados Unidos y de su presidente Trump que cada día estira más la cuerda en temas críticos para nuestro país, como el polémico muro fronterizo y la inmigración centroamericana. La relación entre Trump y AMLO estará a prueba en los próximos meses. Está pendiente la aprobación del nuevo tratado comercial (T-MEC). Por lo pronto, AMLO regresó a la política exterior de no intervención.

Muy pronto sabremos más sobre los alcances y limitaciones de la 4T.