Se aferra a un pedazo de tela encontrado en zona cero

María Isabel se aferra a un pedazo de tela que dice, perteneció a la ropa que portaba una de sus tres sobrinas que se encuentran en calidad de desaparecidas desde la explosión del ducto Tula-Tuxpan de Pemex ocurrida el viernes 18 de enero.

Desde el día de la tragedia recorre la llamada zona “0”. Este martes, tras remover con una vara de madera las cenizas que aún permanecen en el lugar, logró identificar una pedazo de tela rojo y azul de escasos cinco centímetros que asegura, perteneció a alguno de sus familiares.

Y si bien reconoce que toda la evidencia recolectada en la zona ya está en manos de las autoridades, asegura que no dejará de visitar el lugar hasta obtener respuesta y se logre identificar a sus sobrinas.

“Este pedazo de tela se parece a la ropa que traía una de ellas ese día. Ya buscamos en hospitales y nada”, asegura.

“El día de los hechos les dijeron que estaban regalando gasolina y (las sobrinas) salieron de casa”, añade García Flores, en cuyo rostro deja asomar una lágrima.

También esparcidos a lo largo de toda la zona que permanece acordonada y resguardada por un Puesto de Mando, elementos militares, de la Policía Federal y de Seguridad Pública local, es posible encontrar diversos objetos.

Un casco blanco marca Truper, una jarra de plástico que algunos pobladores utilizaron para recolectar la gasolina, así como una cubeta verde quemada, permanecen también como testigos mudos de la tragedia.

A 200 metros del lugar de la explosión, también es posible identificar un pedazo de tela azul de lo que sería una blusa y la jareta de un pantalón de mezclilla, como evidencia de que tras el estallido, la gente gritaba y corría para ponerse a salvo, aunque algunos de ellos buscaban apagarse el fuego que les alcanzó el cuerpo.

Lo cierto es que el ir y venir de los lugareños a la zona de la tragedia es constante. El olor a gasolina quemada permanece en el lugar, como también se hace patente el dolor por la pérdida del familiar, la esposa, el hijo o la hija, el amigo, el hermano o vecino.

Incluso, sobre los señalamientos de Pemex -que advierte de los riesgos de perforar o excavar-, así como en los postes de luz y los árboles, se han colocado diversas fotografías de personas que aún permanecen en calidad de desaparecidos.

Y, sobre los cristales del Centro de Cultura, algunas personas han colocado otras 40 fotografías de personas que se mantienen en esa condición.

Además, permanecen los dos letreros en los que se señalan los documentos que deberán entregar a las autoridades, a fin de iniciar la carpeta de investigación correspondiente.

Dan último adiós a cinco fallecidos por explosión

La comunidad de Tlahuelilpan despidió con sendas misas y dio el último adiós a cinco víctimas de la explosión.

El domingo pasado fueron sepultadas las primeras tres personas de las 94 que hasta el momento ha dejado la tragedia, mientras otras 43 permanecen  hospitalizadas.

Por momentos, los vecinos buscan retomar sus actividades cotidianas, pero el llamado a misa al mediodía y a las 15:00 horas de este jueves les recordó una vez más el infierno que vivieron sus familiares, amigos y/o vecinos, tras el estallido.

“Cada que escucho el llamado a misa se me enchina la piel, pues sé que vamos a despedir a algún vecino”, aseguró Rosa, quien comentó que el día de los hechos, sus familiares fueron a ver por curiosidad qué es lo que pasaba, pero inmediatamente se retiraron del lugar, pues tenían que cumplir un compromiso.

“Nadie debió morir. La tragedia pudo evitarse”, resalta don Jesús. Con música de mariachi y plegarias, la comunidad despidió a los suyos. La música, flores y cantos se hicieron presentes en todo momento, como también la insistencia de que la tragedia pudo evitarse.