Se despide Luna Ramos de la SCJN

En 15 años, la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) se ha consolidado como un auténtico tribunal constitucional cuyos integrantes deben permanecer, como hasta ahora, independientes y comprometidos con resolver los asuntos con autonomía y de la mejor manera posible.

Así lo afirmó la ministra Margarita Luna Ramos, quien este lunes, en sesión solemne ante los plenos de la Corte, el Consejo de la Judicatura Federal (CJF) y el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), se despidió de la silla que ocupó en el máximo tribunal del país durante los últimos 15 años.

La ceremonia se desarrolló en el edificio sede de la Suprema Corte con la asistencia de ministros, magistrados, jueces, familiares y amigos de la ministra, entre los que se encontraba el Licenciado Juan Francisco Ealy Ortiz, Presidente Ejecutivo y del Consejo de Administración de EL UNIVERSAL.

En su discurso de despedida, la ministra señaló que la democracia no puede sostenerse en los pilares de una sociedad desigual sino que florece donde la libertad se reconoce “como un horizonte de oportunidades para hombres y mujeres”.

“Encontré una Suprema Corte que se consolidaba como un auténtico tribunal constitucional, independiente, autónomo, fiel de la balanza y guardián de la división de poderes”, afirmó durante su discurso en el edificio sede de la SCJN.

“Estoy convencida de que el quehacer que realiza la Suprema Corte de Justicia es fuente de estabilidad, armonía y paz social; sin embargo, la democracia no puede sostenerse en los pilares de una sociedad desigual, florece en donde la libertad se reconoce, no como la ausencia de cadenas, sino como un horizonte de oportunidades para hombres y mujeres”, señaló Luna Ramos.

Recordó que desde el año 2004, cuando ingresó al máximo tribunal, fue parte de las discusiones en las que las grandes transformaciones legales de México fueron interpretadas por los ministros.