El programa VAR (Video Asistente de Arbitraje, por sus siglas en inglés) es una herramienta que necesita implementarse en el Futbol mexicano lo antes posible, porque “el sistema de juego ha superado al sistema de control”, expuso el exsilbante Edgardo Codesal.

“Es para mí una herramienta que debe funcionar, cuando terminó el Mundial de 2002 yo era parte de la Comisión de Árbitros de FIFA, previo a la final, cuando me tocó hablar dije que era momento de tener un sistema de imagen que apoye al arbitraje”, dijo.

Eso fue en 2002, expuso, “y ya pensaba que el sistema de juego ha superado al sistema de control, se llame como se llame el árbitro, es muy rápido el juego de hoy, hay mucha simulación, muchos problemas que atender”.

“Creo que es una buena herramienta que como todo proceso experimental deberá corregirse y adaptarse hasta que se llegue a un buen funcionamiento y a un buen uso”, acotó. En entrevista, Codesal, el único silbante mexicano en pitar una Copa del Mundo en Italia 90, explicó que además le quitas todo el poder al silbante.

“Si sabes que existe (el VAR) aquí ya no tiene ese poder omnipotente de decidir lo que creas, o quieras en ese momento, sino estrictamente lo que debe ser, es un elemento de apoyo para que el árbitro corrija un error importante que no está permitido que los cometa”, estableció.

Cuestionado sobre si no sería quitarle “romanticismo” al balompié, indicó que esa pregunta se le podría realizar al Futbol de Estados Unidos, que quedó fuera de la Copa del Mundo Rusia 2018 por algunas fallas arbitrales.

“Hay que poner siempre en una balanza las cosas, yo diría que hay que preguntarle a la federación de Estados Unidos, que en la última jornada de la eliminatoria se combinan tres juegos para que quede fuera”, recordó.

Además, señaló que “los medios en la Unión Americana pierden alrededor de mil 200 millones de dólares por no poder ir y le pregunto si no hubieran usado el VAR en una de las manos que hubo o en el gol fantasma (de Panamá) que nunca entró, hay que ponderar”.

Codesal externó que “una cosa es la emoción y la pasión y otra es la inversión, que hoy en día son cifras multimillonarias que están en juego; al final lo que se pretende es que si el hombre está superado por el juego, hay un elemento de justicia que ponga las cosas en su lugar”.