México se encuentra ante el reto de incluir en la agenda nacional las acciones que permitan erradicar la violencia contra niñas, niños y adolescentes, a fin de garantizar un país culturalmente libre de violencia.
Así lo subrayaron las autoridades y representantes de las organizaciones que participan en el Seminario de Buenas Prácticas para erradicar la violencia contra Niñas, Niños y Adolescentes, realizados en la Comisión de Derechos Humanos de la Ciudad de México.
En el acto inaugural, la titular de la Comisión de Derechos Humanos de la Ciudad de México, Nashieli Ramírez Hernández, destacó que es indispensable rescatar las buenas prácticas de lo que se está haciendo contra la violencia infantil en México.
Subrayó que es indispensable erradicar la violencia desde la infancia, lo cual representaría un importante avance para erradicar la violencia a futuro y recordó que de acuerdo con la Encuesta Nacional de Niños, Niñas y mujeres en México (ENIM 2015), 63 por ciento de niñas, niños y adolescentes menores de 15 años ha experimentado al menos una forma de castigo psicológico o físico por miembros de su hogar.
Asimismo, seis de cada 10 menores de edad han experimentado recientemente algún tipo de disciplina violenta, lo que hace urgente atender el tema de la violencia contra niñas, niños y adolescentes desde los hogares, recordó.
Al respecto, la coordinadora General de Incidencia Política y Asuntos Internacionales de la organización Save the Children, Nancy Ramírez, dijo que a nivel mundial tres de cada cuatro infantes experimentan alguna forma de violencia en sus vidas diarias.
En México, dijo, las cosas no son diferentes pues, predomina la idea del castigo físico como correctivo, además de una ideología de control patriarcal y la situación de pobreza misma que deriva en violencia por frustración.
En ese sentido, Sonia Bozzi, directora de ChildFund expuso que en México 75 mil niñas entre 12 y 17 años están casadas por situación de pobreza, por lo que es indispensable cambiar este paradigma que merma el futuro de muchas menores y las somete a una vida indigna.