Necesario reconocer a mujer en la sociedad

Es de reconocer las acciones gubernamentales penssdas en mejorar as condiciones de vida de las mujeres, no obstante aún queda mucho por hacer en favor mujeres y niñas chiapanecas, dio a conocer Saraí Miranda Juárez, investigadora del Colegio de la Frontera Sur (Ecosur).

La investigadora señala que si bien existe un consenso generalizado sobre la necesidad imperiosa de promover mejores oportunidades de trabajo y fomentar la participación de las mujeres en la vida pública, la desigualdad de género tiene una importante base estructural que frecuentemente está invisibilizada.

En el marco de la conmemoración del 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, la investigadora de Ecosur afirmó que el trabajo no remunerado que realizan las mujeres y las niñas incluye tareas como cocinar, limpiar, cuidar de niños y ancianos, hacerse cargo de los enfermos, y en lugares con menor infraestructura la sobrecarga es marcada, pues muchas mujeres deben recoger agua y leña para el consumo cotidiano en los hogares.

Miranda Juárez explica en un trabajo de investigación que el último Censo de Población registra que para el año 2010 en el estado de Chiapas, 12.8 por ciento de las viviendas con jefatura femenina tenían piso de tierra. Además que el 10.9 por ciento no disponían de drenaje.

Asimismo, 19.6 por ciento de las viviendas, cuya jefa es una mujer, no contaban con disponibilidad de agua entubada.

Estos datos muestran que una proporción importante de mujeres en Chiapas realizan trabajo adicional para remplazar la falta de estos servicios, respecto al que se efectúa en otros hogares que sí cuenta con ellos.

La investigadora señaló que la desigual distribución del trabajo reproductivo y de cuidados es el resultado de la naturalización que, en los albores del siglo XXI, sigue vigente respecto al papel de las mujeres asociado a la reproducción, la crianza, y los cuidados, actividades restringidas, esencialmente, al ámbito doméstico.

El derecho de las niñas a la educación también se ve perjudicado. En algunos casos, se ven obligadas a dejar la escuela para ayudar con las tareas domésticas, el cuidado de otros niños más pequeños, de los ancianos y miembros enfermos de la familia.

Para el año 2014, en Chiapas, 10.2 por ciento de las niñas y adolescentes en edad escolar (de 6 a 15 años) no asistía a la escuela, frente a 9.9 por ciento de los niños y adolescente de la misma edad.

Estas disparidades se reflejan también en los años promedio de escolaridad de la población de 15 años y más, que para las mujeres fue de 6.6 años mientras que para los hombres de 7.6 años.

Lo paradójico en este modelo patriarcal de sociedad es que las féminas sufren como contraparte altos niveles de violencia y maltrato.

Por lo que la investigadora concluyó que “no cabe duda que este 8 de marzo, las mujeres y las niñas chiapanecas siguen viviendo en una profunda desigualdad”.