Nombra el papa a nuevo obispo
El papa Francisco nombró a Enrique Díaz como nuevo obispo de Irapuato. Cortesía

El papa Francisco nombró este sábado al obispo coadjutor de San Cristóbal de las Casas, Enrique Díaz Díaz, como el nuevo obispo de Irapuato.

La Secretaría General de la Conferencia del Episcopado Mexicano dio a conocer que su santidad Francisco aceptó la renuncia del obispo de Irapuato, José de Jesús Martínez Zepeda, al mismo tiempo el santo padre nombró obispo de Irapuato al hasta este 10 de marzo obispo coadjutor de San Cristóbal de las Casas.

La noticia fue publicada en L’Osservatore Romano ayer 11 de marzo a medio día, tiempo de Roma.

El monseñor Díaz Díaz nació el 13 de junio de 1952 en Huandacareo, Michoacán, es el tercero de 12 hermanos, uno de los cuales también es sacerdote.

En 1966 ingresó al Seminario de Morelia y recibió la ordenación sacerdotal el 23 de octubre de 1977 en la Catedral de esta ciudad y en donde se desempeñó en diferentes ministerios y cargos.

Juan Pablo II lo nombró el 30 de abril de 2003 obispo auxiliar de San Cristóbal de Las Casas. Fue consagrado el 10 de julio de ese mismo año.

En 2014 fue nombrado obispo coadjutor de San Cristóbal de Las Casas por el papa Francisco, quien ahora le confía la guía de la Diócesis de Irapuato.

Al respecto, el obispo de la Diócesis de San Cristobal de Las Casas, Felipe Arizmendi Esquivel, indicó que debido al cúmulo de experiencia adquirida por el obispo Díaz Díaz denota la capacidad e idoneidad para pastorear la emblemática Diócesis de Irapuato.

Sin embargo, la historia demuestra que quienes eran líderes natos, sirvieron en otras iglesias y con gran impacto.

“En los albores del siglo XX, uno de ellos, Francisco Orozco Jiménez, modernizador del estado de Chiapas a quien por su cercanía con los indígenas enemigos y amigos le llamaban “El Chamula” y, por cierto, michoacano nacido en 1864 y bautizado en Guanajuato, desarrolló un notable trabajo pastoral y social en las etnias chiapanecas.

“Su presunto involucramiento en un movimiento armado y conjuras en su contra provocaron su traslado. Él fue arzobispo de Guadalajara durante la difícil época de la persecución”, recordó el monseñor.

“Desde este espacio deseamos al monseñor Díaz Díaz un fecundo ministerio pastoral en una de las diócesis más jóvenes de México, apenas creada en 2004 por voluntad de Juan Pablo II. Enhorabuena”, concluyó el obispo Arizmendi.