Nombran nuevo obispo de Ciudad Guzmán
Nombran obispo de Ciudad Guzmán a Óscar Armando Campos Contreras. Cortesía

El papa Francisco designó obispo de Ciudad Guzmán a Óscar Armando Campos Contreras-incardinado en Tuxtla Gutiérrez, tras haber aceptado la renuncia en esa Diócesis del obispo Braulio Rafael León Villegas, informó la Secretaría General de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM).

José Luis Mendoza Corzo, obispo auxiliar de Tuxtla Gutiérrez, acompañó a monseñor Campos a tomar protesta de su nueva encomienda.

Óscar Armando Campos Contreras nació en Guadalajara, Jalisco, el 18 de septiembre de 1947. Realizó sus estudios eclesiásticos en el Seminario de Guadalajara. Fue ordenado presbítero el 27 de diciembre de 1978, incardinándose en la diócesis de Tuxtla Gutiérrez.

Atendió varios cursos de actualización en la Ciudad de México, particularmente en pastoral social, y en Bruselas, Bélgica, donde obtuvo su título de Pastoral.

Ocupó el cargo de Vicario de la Catedral de Tuxtla Gutiérrez (1978-1980) y de la parroquia de Santa Cruz (1980-1982); fue párroco de la parroquia de Nuestra Señora del Sagrado Corazón (1982-1990), de Santa Cruz (1990-1992) y del Sagrario de la Catedral (1998-2002).

Nombrado Obispo de Summa y Obispo Auxiliar de Antequera, Oaxaca, el 23 de mayo de 2006, recibió la ordenación episcopal el 12 de julio siguiente. El 2 de febrero de 2010 fue nombrado obispo de la Diócesis de Tehuantepec.

En entrevista Monseñor Campos explicó que su nombramiento debía publicarse el pasado 9 de septiembre, pero fue pospuesto hasta esta fecha en consideración a los acontecimientos que derivaron del sismo del siete de septiembre, con la finalidad de no distraer la atención de la emergencia.

Dijo que quedó en calidad de administrador durante la contingencia en esa entidad, donde fallecieron más de 70 personas a causa del terremoto.

Agregó que se abocó a animar a la gente a iniciar el proceso de reconstrucción, a salir adelante, a tener firmeza espiritual, para que la ayuda que se reciba sirva para la autoayuda.

Dijo que si bien la reconstrucción va para largo, los oaxaqueños ya han quitado bastante escombro y colocado techos de plástico y de lona; la gente poco a poco se ha empezado a organizar y reorganizar porque ahí es donde radica la capacidad de salir adelante.

Consideró que no sólo es cuestión de reconstrucción de casas sino que también es importante la reconstrucción del tejido social y del tejido humano interior.

Es una sociedad que ha vivido muchas situaciones de estrés social y muchos conflictos provocados por ambiciones de grupos, por sectarismos y por otras muchas razones.

“Todos necesitamos de todos, que cualquier propuesta de división, visión sectaria o ambición, en lugar de colaborar destruye y destroza el ambiente”, dijo.