Obispo Arnulfo Romero ya es beato
Los fieles estallaron en júbilo ante la proclamación de Arnulfo Romero. AP

Óscar Arnulfo Romero fue declarado beato de la Iglesia católica y su fiesta será el 24 de marzo, proclamó el cardenal Angelo Amato, tras la lectura de la Carta Apostólica de Beatificación firmada por el Papa Francisco.

En una misa presidida por Amato, prefecto de la Congregación de la Causa de los Santos del Vaticano, los miles de fieles reunidos en la Plaza de El Salvador del Mundo estallaron en júbilo ante la proclamación.

“En virtud de nuestra autoridad apostólica facultamos para que el venerado siervo de Dios, Óscar Arnulfo Romero Galdámez, obispo, mártir, pastor según el corazón de Cristo, evangelizador y padre de los pobres, testigo heroico de los reinos de Dios, reino de justicia fraternidad y paz, en adelante se le llame beato”, proclamó Amato.

“Y se celebre su fiesta el día 24 de marzo en que nació para el cielo, en el lugar y según el modo establecido por el derecho”, dijo Amato.

Romero, asesinado el 24 de marzo de 1980, se convirtió este sábado en el primer salvadoreño elevado a los altares y el primer obispo mártir de América.

El obispo, que se hizo célebre por su defensa de los derechos humanos en los inicios del conflicto armado en El Salvador, fue asesinado por paramilitares cuando oficiaba una misa en la Capilla del Hospital La Divina Providencia en San Salvador, el 24 de marzo de 1980.

Ese año, unas 100 mil personas acudieron a la ceremonia fúnebre del obispo en la Plaza Cívica de San Salvador, frente a la Catedral metropolitana, que fue interrumpida por detonaciones y disparos que provocaron una estampida que dejó varios muertos y heridos.

Al cumplirse la primera década de la muerte del obispo se dio inicio a la causa de canonización de Romero, el 24 de marzo de 1990, y cuatro años más tarde se presentó la solicitud formal ante su sucesor Arturo Rivera y Damas.

Desde entonces, Romero recibió el título de Siervo de Dios, y a 35 años de su muerte y 25 del inicio del proceso de canonización fue elevado a los altares como beato.

El Papa Francisco reconoció a Romero, el 3 de febrero de 2015, como mártir asesinado “por odio a la fe”, al aprobar el decreto de martirio correspondiente y promulgado por la Congregación para las Causas de los Santos.