Obispo resalta el regreso de maestros a las aulas

El obispo de la Diócesis de San Cristóbal de Las Casas, Felipe Arizmendi Esquivel, afirmó que la inmensa mayoría de los maestros en el país se han sometido a la reforma educativa y solo un porcentaje relativamente pequeño no está de acuerdo, pero no por eso deben de dejar de ser oídos.

Luego de señalar que todas las personas son evaluadas en su trabajo, manifestó analizar en qué se puede apoyar a los maestros en sus justos derechos laborales; en que no se les despida del trabajo, si ya lo tienen de base; que puedan ser reasignados dentro de la labor educativa; “porque lo mismo pasa en toda empresa, si alguien por edad o enfermedad ya no rinde lo suficiente, a veces lo liquidan o le asignan otro lugar”, dijo.

Expuso que parece que es justo lo que dice la llamada reforma educativa, que no se les despide sino que se les cambia de función, pero esto hay que entenderlo porque a veces pueden ser también trampas legislativas para correr a alguien fácilmente, o también candados para que no haya tantos maestros que cobran sin trabajar.

Arizmendi Esquivel pidió a los dirigentes de los profesores que analicen las voces y posibilidades reales que tiene el país para atender sus justas demandas, porque si todo se reduce solo a pedir que les aumenten sueldos y les den más y más prestaciones, el país revienta. No se puede aguantar un sistema así.

Añadió que hay que seguir analizando con los maestros lo que les ayude o les pueda perjudicar. También consideró que es saludable que los maestros hayan regresado a clases para concluir el ciclo escolar y después podrán seguir con sus movilizaciones con toda la libertad que de por sí tienen.

Subrayó que: “Esto de concluir el ciclo escolar es un derecho de los niños y padres de familia y en ese sentido fue una medida oportuna y adecuada, pero ojalá que en las vacaciones ellos puedan seguir viendo, no solo cambiar de estrategias ahora que los caminos legales se les van cerrando, sino que vean otros caminos, si los diálogos no funcionan también hay que ir aceptando que la inmensa mayoría de los maestros en el país se han sometido a la reforma y es un porcentaje relativamente pequeño el que no está de acuerdo”.

Insistió en que las autoridades educativas deben de escuchar las peticiones de  los maestros: “Con frecuencia yo les digo a las autoridades, de los diferentes niveles, escuchen a la gente. La gente no es mala ni tonta, a veces hay intereses, los hay, pero escuchen a la gente porque tiene planteamientos que a veces no llegan a la mesa de los gobernantes o los colaboradores inmediatos de las altas autoridades, no les hacen llegar a ellos las voces de inconformidad que existen”.