Oficio que lucha por sobrevivir
Jesús Castellanos es cartero y desde hace 14 años se ha dedicado a este oficio. Óscar León / CP

Las llantas desgastadas hablan de su largo correr por las calles de Tuxtla Gutiérrez, como tan larga ha sido su dedicación a un oficio que se resiste a desaparecer.

Es Jesús Enrique Castellanos Delgado, un cartero que ha desempeñado este oficio desde hace 14 años y en donde ha sido testigo de las transformaciones que ha tenido la mensajería en Chiapas y en el mundo.

Este 12 de noviembre como todos los años se celebra en Chiapas y en el país, el día del cartero un oficio digno el cual una persona se dedica a repartir las cartas o paquetes de correo a su destino.

Cuenta la historia que en épocas de la Revolución, un tren que transportaba oro se volcó; también llevaba correspondencia militar, y la persona encargada de llevarla prefirió trasladarla hasta su destino que tomar el oro y huir. Fue cuando El presidente de México en aquel entonces Pascual Ortíz Rubio dijo en su tiempo que por ese motivo la Revolución tenía una deuda con los carteros, motivo por el cual se decidió instituir el Día del Cartero, el cual se celebra cada 12 de noviembre desde el año 1931.

Sin embargo no puede ocultar su preocupación por el destino incierto del servicio postal público, pues es innegable que muchas personas actualmente recurren a la Internet para enviar un sin fin de documentos, ya sea de carácter personal u oficial y con ellos prescindir de los servicios que ofrecen las mensajerías convencionales.

Respecto a lo anterior, coincide Jorge Castro, gerente estatal de Correos de México, reconociendo que la gente opta por las nuevas tecnologías en vez de acudir a un servicio postal.

“Ya no recibimos muchas cartas de las personas, ahora ya se perdió esa costumbre, lo que trabajamos ahora son estados de cuenta, pero muchos de nosotros cuando estábamos jóvenes nos sentíamos felices cuando nos llegaba una carta, tardaba una semana en llegar, no existía el correo electrónico, ni el Whatssap, etc. Ahora las personas optan por utilizar estas alternativas, enviando mensajes de manera inmediata”, relató.

El ser cartero tiene sus dificultades, se enfrentan con problemas diariamente, y en ocasiones sufren accidentes que dejan lesiones y a momentos ponen en riesgo la vida.

“A veces las mascotas no dejan que metamos la mano por que son agresivos, a veces las personas no tienen buzón y las correspondencias se manchan o se mojan, y en mi caso ya sufrí dos accidentes en la motocicleta, en uno de ellos me arroyó un vehículo pero gracias a Dios estoy bien”, señaló.

El correo tradicional, sobre todo al que provee el gobierno, no solamente arrastra la losa que significa la era de la Internet y la tecnología, también enfrenta el tema de los despidos.

A finales del año pasado, más de 100 trabajadores del Servicio Postal Mexicano (SEPOMEX) de Tuxtla Gutiérrez, fueron despedidos, entre ellos muchos carteros que tenían varios años trabajando para esta dependencia gubernamental.

Fue un momento de gran incertidumbre para los carteros como Jesús, pues la idea de quedar sin empleo era constante conforme pasaban los días por aquellas fechas.

El Servicio Postal Mexicano se ha visto obligado a modernizarse para evitar su desaparición y ofrecer nuevas alternativas para los usuarios, como son los envíos de paquetería

A pesar de ello, son más las satisfacciones y alegrías que le ha dejado a Jesús este noble oficio y del que -según sus propias palabras- se siente muy orgulloso.

“Un día cuando me tocó repartir en la colonia, me dijeron los maestros que les regalara un poco de mi tiempo y que yo pasara, la sorpresa fue que los niños estaban vestidos de carteros y uniformados y me pusieron frente al salón, entonces en ese momento los niños se me acercaron y me empezaron a dar pequeños detalles, fue algo muy bonito”, narra Jesús con emoción.

Ser cartero es un trabajo digno de admirar, Jesús es un claro ejemplo de que cuando te gusta tu trabajo lo desempeñas lo mejor posible, no importan las adversidades con las que te puedas encontrar. En muchos hogares sonará ese sonido peculiar que anuncia la llegada de correspondencia.