Para la argentina Lourdes Herrera, actriz, docente, directora y dramaturga de obras de clown y máscaras, “todos somos payasos desde niños”.
De 35 años de edad, Herrera ofrece su espectáculo por primera vez fuera de su país. Este sábado 16 de junio presentará en el espacio cultural Wapaní, ubicado en San Cristóbal, “Estado de gracia”, unipersonal de máscaras y clown.
En entrevista explicó que el clown “es una técnica escénica que se basa en el humor. La idea es buscar conectar con uno, con las cosas que ocultamos, las sombras, lo que no nos gusta que los demás vean tanto, y poder ponerlo en un escenario de un modo; desde el humor, contactar con lugares vulnerables para que se abra el humor”.
Abundó: “Es una técnica profunda, movilizante, también porque el alumno que va y sólo busca lo teatral se encuentra con algo más profundo. Se basa en el juego también, en volver a conectar con nuestras líneas interiores. Es jugar y volver a ser como niño, y es lindo ver lo que se abre en el adulto: emoción por recordar cosas a veces olvidadas u ocultas”.
Herrera trabaja payaso y también como clown, que es diferente. Explicó: “El payaso en Argentina es más como el de circo tradicional: cachetada, caída, tropezón, que todo eso existe, pero allá se estudia aparte. Tal vez hay un curso específico desde la técnica corporal muy específico para aprender eso sin que el actor se lastime. A eso le llamamos ‘payaso’, y ‘clown’ le llaman a la técnica que es un poco más profunda, como de adentro para afuera, pero creo que ser payaso, payasa, clown, dar amor, intercambio, es lo mismo”.
Para trabajar se pone una de las cuatro narices con que cuenta; usa anteojos, una peluca y se maquilla, pero no toda la cara. Antes animaba fiestas infantiles, pues además es maestra de kínder.
Dijo que a ella le apasiona su trabajo y “a veces trato de disimular porque siento como que se me va toda la emoción”.
-¿Se valora el trabajo de un payaso? –se le pregunta.
-A los políticos les dicen a veces “este payaso, y yo digo que ojalá un payaso esté en política. Ya el uso de la palabra está desvalorizado. Es un trabajo que abre algo en el público. Por primera vez trabajo fuera de mi país y es emocionante la conexión desde la carcajada nomás, desde el sonreír”.
Comentó que en julio o agosto pretende ir a Guatemala para dar alegría a los afectados por el Volcán de Fuego, que recientemente hizo erupción.
Durante su estancia en San Cristóbal, Lourdes ofrecerá un taller de clown, del 18 al 29 de junio, de 16 a 18 horas. “Es un curso intensivo, los días lunes, miércoles y viernes”.
-¿Se estudia para ser payaso?
-Yo creo que todos somos payasos desde niños.
En Argentina, señaló, “hay escuelas de payasos y de clown con grandes maestros en el mundo. Yo estoy viajando con esta técnica que veo que se conoce, pero de otro modo, y también es interesante para mí el intercambio cultural que estoy teniendo con el contacto, con la gente”.
Informó que recientemente estuvo en Chilón, “compartiendo con las personas; viajo con máscaras, la comedia del arte, y son objetos que nunca habían visto algunas personas que trabajan en la tierra. Fue interesante porque desde el humor nos entendimos mucho”.