Ofreció darle un “aventón” y cumplió

Una mujer fue asaltada y arrojada de un auto en movimiento. A causa de sus lesiones, fue auxiliada por la Cruz Roja Mexicana, pero no fue trasladada.  Sus compañeros del bar donde trabaja, fueron por ella y la llevaron caminando al antro.

Marileni Valencia Hernández trabaja como mesera en el bar “La Curva”. El nombre obedece precisamente al lugar donde acaba una recta y comienza otra.

El negocio está ubicado unos 150 metros antes del retén policiaco, cerca de la entrada al fraccionamiento Santa Fe, en Chiapa de Corzo.

La patrona de Marileni le pidió de favor a la mesera que fuera a retirar dinero al cajero automático.

Al parecer ya en el lugar, un hombre se ofreció a darle un “aventón” de regreso. Y vaya que lo cumplió, literalmente.

La mujer aceptó ingenuamente el “favor” sin saber lo que el hombre tramaba.

Luego de salir de la ciudad y cruzar el monumento a la chiapaneca, mientras avanzaba el auto, el hombre sacó una navaja y exigió el dinero retirado a la desconcertada mujer.

No se precisó el monto, pero luego, ya con el dinero en la mano, el facineroso abrió la portezuela del auto y aventó a la mujer. El agresor huyó hacia la ciudad capital. Pasó por el retén policiaco como si nada y nadie sospechó.

La alarma se dio minutos después, por ello la unidad de Cruz Roja Mexicana del pueblo mágico llegó al lugar, frente a Bachoco. Allí estaba una mujer tirada, sangrando de la rodilla, espalda y manos; era Marileni.

También arribaron la policía, la patrona de la víctima y su pareja.

La policía dijo que había sido un asunto “sentimental”, la patrona dijo que fue asalto. El cónyuge de Marileni juró hallar al culpable, pero no tenía ningún dato, ni siquiera la placa del coche.

Tras ser vendada en las partes lastimadas, Marileni decidió  irse al trabajo. A pie, fue acompañada por su patrona y su pareja, quien en su afán de apoyarla, le puso la mano en la espalda lastimada, lo cual arrancó un grito de dolor a Marileni y un regaño de la patrona. Rodulfo sólo se encogió de hombros, la había “regado”.