Padre y madre de tres hijos y 20 animales

Cada día debe enfrentar una pesada jornada laboral: es padre y madre de tres hijos. Al llegar a casa tiene que velar por el alimento, techo y salud de una veintena de animales rescatados de las calles. Es grande su carencia de recursos, pero es superior su amor por los seres vivos que sufren maltrato y abandono. Ella es Nerito Cameras.

Oriunda de Copainalá, hace décadas que radica en Tuxtla, en una pequeña casa de interés social en el fraccionamiento La Misión.

Parece que el nombre de la colonia define su tarea en este mundo. Y es que tras la partida del cónyuge, ella quedó como padre y madre de tres hijos.

Un día de junio del 2016, cerca de donde viven, hallaron una camada de gatitos abandonados. Los corazones de la madre y de los hijos se conmovieron y decidieron llevarlos a casa. Los criaron.

Luego hallaron un perro y también lo rescataron. Así comenzó la historia de amor y abnegación. A la fecha Nerito y sus hijos han rescatado y dado en adopción más de 200 gatos y un número poco menor de perros.

“Rescatamos más gatos que perros, porque el espacio es chico”, dice Nerito y tiene razón. El patio mide apenas unos tres metros de ancho por cuatro de largo. La sala es chica, también. A menudo los animales suben al sillón y lo rompen. Nerito solo mira a sus traviesos y concluye. “Ni modo, a trabajar más”.

“Es desgastante física y económicamente, porque no recibo apoyo de ningún tipo. Todo es con recursos propios. Cuando se enferman debo llevarlos al médico y me cuesta mucho pagar los tratamientos”, dice un poco triste.

Es que su corazón es grande, pero su recurso exiguo. Y esa limitante a veces la ha llevado a querer dejar esta labor, pero es imposible. “Es imposible ser indiferente al sufrimiento, abandono, hambre y maltrato de un ser vivo”, agrega Nerito.

Mira a sus 17 animales que comen, Nerito suspira. Están grandes y son mestizos. “Por el momento ya no rescataré ni uno más, no tengo espacio. Y no sé si los vayan adoptar, porque la gente los desprecia. Prefieren comprar perros de raza, cachorros, por moda. Y estos perros no viven dos años, sino de 15 a 20”, agrega.

Los ve y trata como miembros de la familia. Les asigna nombres, los cuida, alimenta y asea. Lo ayudan sus hijos en esta labor. Algunos ponen nombres raros, como “Pozol”. Nerito los cambia por otros más tiernos, como “Panterita” o “Manchitas”.

Afortunadamente ha logrado dar en adopción a cientos, ya. Les da seguimiento para ver que estén en buenas manos y siempre los entrega esterilizados.

Para costear estos gastos, Nerito trabaja duro. Pero hay momentos en que su esfuerzo es insuficiente. Por ello recientemente recibió la donación de un casco marca ICH, abatible, interiores lavables, lentes oscuros internos retractiles, certificación DOT y ECE 2205. El accesorio tiene un valor de mil 350 pesos, pero ella lo rifará para recaudar fondos. A 50 pesos cada boleto.

Los interesados en ayudar pueden contactar a Nerito Cameras en el facebook o a su celular al 9613592915.

Lamentablemente algunos detractores han empañado esta labor altruista de Nerito, la han denostado y han aprovechado para lucrar con rescates inexistentes o adopciones fantasmas. Contra esto también debe luchar la rescatista cada día. Pero con un espíritu de guerrera con el que ha sacado adelante a sus hijos, lucha por sus animales rescatados. Tú puedes aligerar su carga.