Para superar crisis, se requiere 600 mdp

El rector de la Universidad Autónoma de Chiapas (Unach), Carlos Eugenio Ruiz Hernández, reconoció que requieren de 600 millones de pesos para que la máxima casa de estudios tengan un rescate financiero, considerando la crisis económica que actualmente enfrentan.

Entrevistado sobre el tema, recordó que desde hace cuatro meses se presentó un proyecto de rescate a las autoridades de la Secretaría de Educación Pública (SEP), donde se ofreció un apoyo para las universidades.

En días pasados, 10 universidades públicas que se encuentran en la misma situación acudieron al Senado de la República, para solicitar a los senadores apoyen de manera económica a las instituciones de educación superior que están en problemas financieros.

Para el caso de la Unach, su operación funciona mediante la mezcla de recursos federales y estatales; el Congreso del Estado les autorizó más de mil 277 millones de pesos para operar en este 2018.

Ruiz Hernández mencionó que también la propuesta fue presentada al gobierno del estado y a un partido político, para analizar de qué manera se les brindará el apoyo.

El Rector de la Unach aclaró que, a pesar que ya hicieron la solicitud, tendrán que esperar hasta que el Congreso de la Unión apruebe el nuevo presupuesto de egresos para el 2019, ahí se darán cuentan si las gestiones fueron consideradas.

Explicó que los 600 millones de pesos corresponden solamente a la Unach; el restante de las Universidades enfrentan situaciones diferentes, pero hay buena expectativa para que reciban el apoyo que requieren.

De acuerdo con el Rector, lo ideal es que se  incremente el presupuesto que se destina a la Universidad, tema que ya se dio a conocer con el gobernador electo.

La razón, dijo, es que la Unach está trabajando con educación a distancia, lo que implica una inversión considerable de recursos económicos y agregó que no es posible “que haya universidades que tengan más de 140 mil pesos por alumno y la universidad nada más tenga 43 mil pesos”.

Finalmente, aclaró que la calidad, que implica la infraestructura, la academia y el plan de estudios, cuesta dinero; una parte la absorbe la institución pero también el incremento de las matrículas implica más gastos.