A cinco años de haber sido investigada y observada por el Órgano de Fiscalización Superior del Congreso del Estado, aún no se sanciona la estafa de introducción de la red de energía eléctrica subterránea en Huixtla, del Parque Francisco I. Madero, Avenida Central y Juárez, realizadas por el entonces alcalde panista, José Luis Laparra Calderón, hoy alcalde electo por Morena.

Inconclusa pero pagada en su totalidad, la obra no fue recibida por la CFE pues “ya se robaron transformadores, cables y las mangueras en las paredes de las casas y comercios de acometidas domiciliarias son el monumento a la impunidad”.

Y es que en el remoto caso de que el Órgano de Fiscalización Superior del Congreso aplicara la sanción, el alcalde electo de Morena quedaría inhabilitado para tomar posesión, sin embargo, el clamor de los vecinos de la Avenida Central y Calle Juárez es que la obra quede concluida y que la autoridad asuma su responsabilidad en la auditoría 056 por esa obra, de lo que Laparra Calderón señaló que era el primer paso a la modernidad de la cabecera municipal y que hoy es un monumento a la impunidad.

La obra cuyo costo fue de 10 millones 608 mil 028 pesos de inversión que fueron pagados en su totalidad, fueron recursos presupuestales de la Secretaría de Desarrollo Social a través del Programa de Desarrollo en Zonas Prioritarias (PDZP) que aportaron siete millones 425 mil 621 pesos y el municipio de Huixtla tres millones 182 mil 407 pesos.

A seis años y 10 meses de que Laparra Calderón pronunciara un emotivo discurso al inicio de la obra sobre los beneficios, comerciantes y habitantes de la Avenida Central y Juárez esperan que pague y concluya la obra, además, señalan que extrañamente en esta administración municipal de Regulo Palomeque, desaparecieron los transformadores que “nunca funcionaron, el cableado fue robado, y los trabajos inconclusos siguen,  ya que la CFE se negó a recibirla”.