Pobre y bolero, elegido para leer junto al papa

El indígena tsotsil Miguel Moshán Álvarez, quien pronunciará un mensaje durante la misa que oficiará el papa Francisco el 15 de este mes en San Cristóbal de Las Casas, era todavía un joven de 16 años cuando fue “expulsado” por la pobreza de la comunidad de La Era, municipio de Huixtán.

En la ciudad coleta encontró trabajo y desde hace 30 años se gana la vida aseando calzado en el Parque Central, y todavía se da tiempo de participar en actividades religiosas en la parroquia de San Juan Diego, situada en el barrio de La Hormiga, en el norte de San Cristóbal, lo que le ha valido para ser candidato al diaconado permanente.

Moshán Álvarez, de 49 años de edad, contó que cuando llegó de La Era en 1983, con la primaria terminada, vendió chicles, nieves y fue maletero. “Probé de todo y al final me quedé como bolero; de eso vivo”.

Reiteró: “La pobreza me expulsó de mi comunidad; por eso vine a San Cristóbal. Tengo siete hermanos y todos vivimos aquí, aunque los últimos cuatro nacieron en San Cristóbal, estudiaron y son profesionistas”.

Manifestó que hace unas tres semanas, los integrantes del equipo tsotsil, al que pertenece su parroquia, le informaron que al parecer leería un mensaje en la misa que oficiará el papa en San Cristóbal, pero no lo creía; después se lo confirmó el obispo Felipe Arizmendi Esquivel.

“Estoy bastante contento; es como un regalo de Dios; está bastante contento mi corazón. Nunca se me había ocurrido que iba a estar cerca del papa. Estaba yo feliz que iba a participar en la misa y ya me estaba preparando para pedir mi boleto. Ahora que me lo dijeron es un regalo muy grande”.

Entrevistado mientras costuraba una bota de uno de los clientes que se asean el calzado con él en el Parque Central –otros indígenas que llegaron de La Era, pero profesan la religión evangélica también son boleros—, Miguel adelantó que en su mensaje en tsotsil dará gracias a su Santidad porque en el año 2014 autorizó que se reanudara la ordenación de diáconos permanentes, suspendida por el Vaticano casi tres lustros antes.

“Para nosotros los indígenas es importante que haya diáconos permanentes porque hay comunidades lejanas y los sacerdotes no alcanzan a llegar. Es necesario que el servicio diaconal indígena”, aseveró.

También le agradecerá al papa que se haya autorizado la traducción de la Biblia a lenguas indígenas y que las celebraciones religiosas se hagan también en su idioma porque “muchas comunidades no entienden el español”.

Explicó que una parte del texto será leído también por su esposa Marta Elizabeth Pérez Severino, con quien ha procreado tres hijas, y por su compañero Diego Guzmán –candidato al diaconado-, y su esposa, originarios del municipio  de Tenejapa. “Nos vamos a dividir una hoja cada uno. Mi idea es darle gracias al papa porque abrió el camino del diaconado y porque tenemos el ritual de la misa en tsotsil”.

El 15 de febrero en las instalaciones de los Servicios Deportivos Municipales (Sedem), donde será celebrada la misa, Miguel se pondrá su traje regional, el que usa cuando hay fiestas, pero “ese día lo voy a llevar con más razón”.

Desde niño es católico y su padre es como él, candidato al diaconado permanente en su natal Huixtán.