A fin de que autoridades de Tabasco realicen la prevención el control de la contaminación del río Bitzal y sus afluentes, la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) emitió una recomendación para el gobierno de la entidad y municipios de Balancán, Centla, Centro, Jonuta, Macuspana y Paraíso para evitar más muertes de manatíes.
Luego de que entre el 18 de mayo y 26 de octubre del 2018 se registraron 48 cadáveres de manatíes en el estado, de los cuales se encontraron: 25 en Macuspana, 11 en Centla, seis en Jonuta, tres en Centro y uno en Paraíso y en Balancán respectivamente.
La recomendación se emite con el propósito fundamental de promover el cumplimiento de la legislación ambiental después de que el Comité, convocado por la Profepa para la atención de la contingencia por mortandad de manatíes en cuerpos de agua de Tabasco, coincidió en que la causa probable de mortandad fue un proceso donde concurrieron la toxicidad de metales pesados, plaguicidas, hidrocarburos, cianotoxinas, condiciones ambientales, condiciones físico-químicas del agua; lo que ocasionó condición de estrés en los sirénidos, provocando su morbilidad y mortalidad.
Entre las sustancias contaminantes se destacan las físico-químicas y biológicas como grasas y aceites, sulfatos y coliformes fecales, en el sedimento el cromo, níquel, hidrocarburos, aluminio, arsénico, cromo, níquel, plomo, mercurio y vanadio.
La procuraduría hace la recomendación a los gobiernos estatal y municipales para que soliciten apoyo a la Comisión Nacional de Agua (Conagua) con el objetivo de realizar un análisis actualizado de las sustancias que se encuentran presentes en las descargas de aguas residuales, ya sea provenientes de los sistemas de drenaje y alcantarillado u otro que desemboquen en el río Bitzal y sus afluentes.
De ser necesario se lleve a cabo la caracterización de los suelos, a fin de corroborar o ampliar la información existente y determinar las acciones para su saneamiento.
Esta procuraduría exhortó al gobierno de Tabasco y municipios de Balancán, Centla, Centro, Jonuta, Macuspana y Paraíso a llevar a cabo las acciones de coordinación correspondientes con las autoridades competentes para que implementen las medidas necesarias y se efectúen las inspecciones en la zona que les corresponda dentro del río Bitzal y sus afluentes, para detectar todas las descargas de aguas residuales.
Los gobiernos mencionados deberán dar mantenimiento y operar en óptimas condiciones de funcionalidad las plantas tratadoras con las que se cuente en la zona y, en caso de no contar con ellas, se realicé a la brevedad la gestión para la construcción de las mismas, para así garantizar que las aguas que sean descargadas en el río Bitzal y sus afluentes no continúen dañando el recurso, así como a los ejemplares y poblaciones de especies silvestres y su hábitat.