Rampa debe construirse en no más de tres meses

La construcción de la nueva rampa de frenado de emergencia no deberá exceder los tres meses de construcción, y deberá ser establecida a una distancia de 800 metros antes del retén La Pochota (dirección Berriozábal-Tuxtla), y se realizará en una etapa única.

Para esta rampa se utilizarán cerca de 83 mil metros cúbicos de material pétreo (gravilla uniforme suelta), tendrá una longitud de 420 metros lineales, y estará especializada para detener una unidad pesada que pierda el control a una velocidad de 140 kilómetros por hora (km/h).

“Es una etapa única, no hay más que arrancar trabajados y luego concluirla al cien por ciento considero no más de tres meses, es una obra muy corta por longitud y concentrada en sus acciones, se moverá una cantidad importante de material para el terraplén”, indicó Óscar Coello Domínguez, residente general de Conservación de Carreteras, de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT).

Este proyecto contempla que cualquier unidad pesada sin frenos, a unos 140 km/h, que ingrese a esta rampa tendrá que detenerse a los 272 metros; cabe señalar, que esta rampa es la única en la red federal, del estado, instalada como consecuencia de múltiples accidentes suscitados cerca del retén policiaco. Esta rampa, costará 17.3 millones de pesos.

“De la historia que tengo de Tuxtla Gutiérrez, cuando no existía el retén no habían accidentes de ese tamaño. Los últimos registros e información recopilada indican, que los accidentes se han sumado debido a la revisión de control que se hace”, puntualizó.

Agregó, que se han entablado pláticas entre el Gobierno del Estado y el municipal para abordar este tema, pero no se ha coincidido en cómo dejar dicho retén para brindar mayor fluidez a los dos carriles, sin dejar fila de autos en espera.

Debido al descenso sinuoso, en dirección Berriozábal-Tuxtla, los automovilistas no tienen una visión plena del retén, o de la fila de autos que se forma por las revisiones, sino hasta unos 200 metros de proximidad.

En el retén de La Pochota constantemente han ocurrido accidentes automovilísticos por camiones que se quedan sin freno, al no haber rampas de emergencia estos se estrellan contra automóviles o guarniciones carreteras.

“Si el agente que hace la revisión no tiene el cuidado, la fila de autos comienza a crecer y hay puntos ciegos sobre la carretera. Un camión de doble caja con unas 800 toneladas de carga a 90 km/h, necesita en condiciones normales no menos de 180-200 metros lineales para detenerse”, puntualizó.

Por lo anterior, muchos autos pesados que se quedan sin frenos, se percatan de la cercanía de otras unidades a unos 80 metros de distancia, ocasionando accidentes fatales, como el más reciente en el que un camión se impactó contra la estatua La Carreta.

Una posible solución sería instalar otro retén a la altura de la gasolinera más inmediata, entre Berriozábal y Tuxtla Gutiérrez, para que éste funja como una especie de primer filtro y sea posible prevenir más percances.