Real Madrid gana su décima Supercopa

Hasta ahora ningún clásico, esta superproducción que España exporta al mundo, retrató con tanta crudeza el cambio de ciclo que se avecina, a salvo de que al Barça haga magia en el mercado. Un Madrid en expansión y sin echar de menos a Cristiano hizo pedazos a un Barça en “shock”, al que la marcha de Neymar ha mandado a la lona hasta dejarle sin sentido.

En este Madrid de Zidane, que lleva siete títulos con esta Supercopa, se confunden suplentes y titulares, bajo un manto de brillantez y eficacia. En el Barça está Messi a palo seco. Es un equipo sin músculo ni alma que va a llenar las 24 horas del día la ordenada cabeza de Valverde.

El partido de Chamartín regresó en el mismo punto en que acabó el del Camp Nou, en la prodigiosa bota izquierda de Asensio, al que ya no hay fuerza moral ni táctica que le sostenga en el banquillo. El Madrid ha encontrado un futbolista superior, un portento, en el que sólo levanta sospechas su precio.

En cierto modo, aún cuesta en el Madrid de Florentino considerar útil lo que no se compró como un lujo. Asensio, Lucas Vázquez y Kovacic sentaron a Bale, Isco y Casemiro y el Madrid giró a un 4-3-3 con máximo acierto. Y Sergi Roberto y Mascherano relevaron a Aleix Vidal y Deulofeu para encoger al Barça en un 3-5-2. Lo que en Zidane sonó a rotación en Valverde pareció purga.

Real Madrid dio otro golpe de autoridad sobre su acérrimo rival Barcelona al triunfar por 2-0 en el estadio Santiago Bernabéu, y con marcador global de 5-1 aplastó a su oponente para levantar la Supercopa de España. Goles de Marco Asensio y Karim Benzema, en los minutos cuatro y 39, confirmaron al equipo blanco como el mandamás actual y en lo que viene dentro del Futbol español.

Tal vez el marcador pudo ser más abultado, pero el máximo artillero Cristiano Ronaldo cumplió el primero de cinco partidos de suspensión, aunque el técnico Zinedine Zidane se las arregló para tener un equipo con mucho potencial ofensivo.

En tanto, Barcelona divaga con su nuevo entrenador Ernesto Valverde y con la salida del brasileño Neymar Jr., mientras que Lionel Messi y Luis Suárez no se encuentran con el mismo desbordamiento ofensivo.

Real Madrid llegó a 68 partidos en cadena con gol, llegó a 51 victorias por 12 empates y cinco derrotas, y se puso a seis del récord mundial de Santos de Brasil y de “O’Rey” Pelé entre 1961 y 1962.

El árbitro del partido, José María Sánchez, fue un espectador más en la coronación de los blancos, al dirigir un encuentro sin acciones que merecieran tarjeta amarilla ni roja.