La Cámara de Representantes votó por autorizar la renovación de un programa de la Ley de Vigilancia de Inteligencia Foránea (FISA), a pesar de la confusión generada por el presidente Donald Trump, cuyo gobierno se opuso a cambios como los que fueron rechazados durante su discusión en el pleno.

Con apoyo de ambos partidos, la cámara votó 256 a favor, contra 164 para reautoizar la sección 702 de FISA, que permite a agencias de inteligencia monitorear las comunicaciones de personas extranjeras fuera de Estados Unidos, y lo prohíbe de manera total en el caso de los estadounidenses.

Aunque la Casa Blanca dejó en claro su postura a favor de mantener esa sección sin cambios que le pudieran debilitar, Trump pareció ir en contra de política, y favorecer cambios como los propuestos por legisladores de ambos partidos, inconformes ante lo que consideran una ley de alcances ilimitados.