Muere “pinolillo” en la vía pública

Un hombre perdió la vida en la vía pública, mientras dormía la noche de este sábado. No presentaba lesiones, según informaron paramédicos. El cadáver fue llevado al Servicio Médico Forense (Semefo) la madrugada de este domingo.

Tres hombres observan la escena a prudente distancia. No se atreven a romper el cerco de patrullas policiacas, menos a cruzar la cinta plástica que los oficiales colocaron sobre la 8ª Norte y 3ª Poniente de Tuxtla Gutiérrez.

El susurro de quienes buscan el amparo de la noche, como para no ser involucrados, apenas deja escuchar un lamento: “Pobre pinolillo”.

El diálogo es reducido a esta expresión. Y conforme van tomando confianza o pierden el temor a los policías, los hombres desconocidos elevan el tono de la voz, por lo cual los elementos les preguntan: “¿Lo conocían?”.

Los interrogados cruzan miradas de desconcierto y uno dice: “Más o menos. Era camarada. No sabíamos su nombre, solo le decíamos ‘pinolillo’. Tenía entre 35 y 40 años de edad”.

El sin nombre, sin casa, sin familia, deambulaba por las calles de la capital chiapaneca. Frecuentaba los andadores en las márgenes del río Sabinal, cerca de las cantinas, en espera de que le regalaran un poco de comida o alcohol, o monedas para comprarse ambas cosas.

Junto a un grupo de hombres y, al parecer una mujer, el “pinolillo” se sentía amado, aceptado, apoyado. Era su familia.

“Era joven, no era para que terminara así, tan pronto”, dice uno de los tres, a punto del llanto. Los tres se ven ebrios, dolidos. Les duele la partida del hermano, y les hiere la dura realidad de la efímera existencia.

“Ya dejó de sufrir”, agrega otro. “Pinolillo” sufría discriminación, rechazo, insultos, desprecios, dicen sus excompañeros. Fueron los factores que lo llevaron a refugiarse en el alcohol; fueron los motivos que lo hundieron poco a poco en el abismo del alcoholismo, en la depresión y en el deseo de no vivir.

Tras ser valorado por paramédicos y ser hallado sin signos vitales, el informe fue: “muerte natural”. El hombre no tenía lesiones externas. Las internas, eran muchas, pero esas no las detecta ni el mejor aparato de rayos X.

Como el fallecido era un “indigente”, integrante del “Escuadrón de la Muerte”, “teporocho”, entre otros calificativos asignados por la sociedad, los agentes periciales demoraron en llegar al lugar.

El cuerpo sin vida fue llevado al Semefo, alrededor de las 01:30 horas de este domingo. Allí permanecerá en espera de ser reclamado o de lo contrario su destino será la fosa común.