Más de 17 mil policías serán desplegados a partir de hoy y hasta el día 14 en Río de Janeiro con motivo del Carnaval, una festividad que este año se vive bajo un clima de alta tensión por la oleada de violencia a manos de traficantes de drogas.
Serán en total 17 mil 110 los policías militares que patrullarán la capital del Carnaval brasileño, donde a partir de este viernes decenas de miles de personas detendrán sus rutinas diarias para disfrutar del sol, la fiesta callejera, los disfraces y la sensualidad.
El famoso Sambódromo, donde domingo y lunes desfilarán las escuelas de samba cariocas, contará con unos 800 policías para garantizar que no haya incidentes en esta área del centro de Río, cuya seguridad se vio seriamente impactada en los últimos meses.
El estado de Río de Janeiro y su capital homónima viven desde finales de 2016 un recrudecimiento de la violencia y en las últimas semanas la situación empeoró con tiroteos entre criminales y policías que no cesan de causar víctimas civiles inocentes y cerrar vías expresas.
En 2017 hubo 138 policías muertos en el estado, mientras más de 500 personas murieron el año pasado por disparos de la policía, según datos oficiales.
Esta semana la vía que da acceso al aeropuerto internacional de Río tuvo que ser cerrada al tráfico de vehículos durante casi una hora por tiroteos, lo que provocó el pánico de la población local y de turistas que llegan a la ciudad por el Carnaval.
Con todo, los cariocas perciben el Carnaval como un momento de diversión y de paréntesis ante los desafíos diarios, por lo que los problemas por los que pasa Río y Brasil serán “olvidados” hasta finales de la semana pasada, cuando terminen las festividades.
Se prevé que más de 10.6 millones de turistas nacionales y unos 400 mil internacionales viajen a Brasil con motivo del Carnaval, en un ambiente de mejora económica tras tres duros años de recesión y desempleo en alza.
La sensualidad será de nuevo protagonista en las fiestas callejeras, bajo el intenso calor del verano en el hemisferio sur, y por ello las autoridades distribuyeron más de 100 millones de preservativos por todo el país para evitar las enfermedades de transmisión sexual.
Están previstos anuncios en radio, televisión y periódicos, y se entregarán preservativos masculinos y femeninos, así como 3.8 millones de dosis de cremas lubrificantes en áreas como gasolineras, estaciones de peaje, centros de escuelas de samba y calles donde haya fiestas populares.
Brasil tiene 830 mil infectados con el virus del Sida, pero las autoridades estiman que 136 mil todavía no lo saben, de ahí la necesidad de prevenir contagios.