Seis hombres, dos de ellos armados, asaltaron con violencia a un empresario avícola de la capital chiapaneca.
Atravesaron un carro para detener la marcha de quien iba al banco a depositar unos 80 mil pesos.
Los facinerosos huyeron en tres grupos: Unos en el auto, otros en moto y dos incluso a pie. Uno de ellos ya está identificado.
Alrededor de las 15:46 horas de ayer, se oyó una detonación de arma de fuego en la 14 Sur y 3a Oriente de Tuxtla Gutiérrez. Los vecinos salieron alarmados a la calle y vieron cómo arrebataban el portafolios a un automovilista.
Era Jorge Arturo García Andrade, de 36 años, quien iba a bordo de la camioneta marca Ford tipo Explorer de color negro con placas DPX-1160.
El empresario avícola, dueño de la pollería Avisur, con domicilio en la 20 Sur Oriente (Colonia Benito Juárez) de la ciudad capital, llevaba la venta del día (unos 80 mil pesos) para depositarlo en un banco.
Y al ir de oriente a poniente sobre la 14 Sur, entre la 3a y 2a Oriente, estaba un auto tipo Golf de color blanco. Vecinos dijeron que “ese auto estuvo allí desde las 13:30 horas, simulando que estaba descompuesto”.
“Dos hombres estaban parados y otros sentado en la esquina. Pasó una moto, el piloto le habló a los que esperaban sentados y luego apareció la camioneta del asaltado”, explicaron.
Agregaron que uno de ellos pidió agua para lavarse. Otro vecino dijo que los que activaron su arma fueron un gordo y alto, que vestía pantalón de mezclilla y camisa a cuadros, y el otro era delgado.
Se presume que las armas eran tipo escuadra, al parecer calibre .9 mm. “Tres de ellos parecían judiciales”, dijo un testigo.
Los vecinos se mostraron sorprendidos de que los facinerosos hayan sabido que por esa calle pasaría Jorge Arturo con el efectivo. Lo que no sabían era la hora exacta y por esos esperaron durante unos dos horas para dar el golpe.
Los policías enseñaron un archivo de fotos de ladrones detenidos. Y uno de ellos coincidió con los que atracaron ayer.
“Son ratas gordas, que no se conforman con poquito. Han asaltado varias veces, pero cantidades fuertes. Lo malo es que nosotros los detenemos, pero con la misma lana que roban salen fácilmente”, dijo el policía desatando la furia de los presentes.