La roya logró “romper la resistencia” de plantas utilizadas para la renovación de plantaciones en Honduras, aunque no se ha determinado aún si se trata de una nueva variante de la plaga, estableció el director de Sanidad Vegetal de la Organización Internacional Regional de Sanidad Agropecuaria (OIRSA), Carlos Urías.

Explicó que la variedad de café Lempira, utilizado para el cambio de plantaciones a raíz del ataque de la roya naranja y que era considerada como resistente a esa plaga sufre una infestación severa.

Recordó que entre el 2011 y el 2014 cuando se presentó la crisis epidemiológica, en las naciones productoras centroamericanas se perdieron 444 mil empleos, se tuvo una caída en la producción de dos millones 700 mil sacos y pérdidas por 548 millones de dólares.

El especialista informó que en el café se está realizando un programa de “geriatría cafetalera” por la longevidad de las plantaciones que se sustituyen por nuevas, aunque consideró que se tienen que aplicar medidas de bioseguridad y dar seguimiento a los casos de plagas que afecten al sector en toda el área de Mesoamérica.

“Lo que afecte a Honduras o El Salvador tarde o temprano llegará a México y viceversa, por tanto debemos estar preparados para hacerles frente”, señaló en el marco de su participación en el Seminario Internacional Cafetalero realizado en Tapachula.

Explicó que los estudios concluirán hasta el mes de agosto y aunque es el país centroamericano el que tiene el potencial para poder determinar si se trata de una nueva raza de roya, eso se hará en Portugal y ante ello, planteó que los productores se preparen.

“Lo que se ha confirmado es la pérdida de resistencia de la variedad Lempira a la roya, por tanto, en México se debe de empezar a vigilar las variedades tolerantes”, mencionó.

Señaló que la situación en estos momentos es manejable pero se requiere no solamente contar con investigación y transferencia de tecnología, sino también la coordinación entre instituciones y productores. “Tenemos todos que apresurarnos a hacer lo que nos corresponde”, dijo.

Insistió en que independientemente de cualquier variante del patógeno –hongo- que provoca la roya, nunca se debe bajar la guardia ni se debe descuidar el cultivo, por el contrario fortalecer los programas de manejo, ampliar las variedades, contar con una buena nutrición y tratamiento químico en caso de requerirse.