Salgado busca hilvanar el pasado con el futuro

“Jaime Sabines, para mí es el poeta que conecta las cosas cotidianas con las cosas complejas y es el puente que nos permite y nos posibilita acceder a otras lecturas, hacia otros horizontes, hacia otros autores. Creo que es un escritor fundamental para los jóvenes, para los que ya son versados en poesía y para cualquier persona, porque nos provoca la posibilidad de acceder a los distintos niveles de la poesía”, declara el poeta Armando Salgado.

Es el ganador del Premio Internacional de Poesía Jaime Sabines 2017, por su poemario Tierras altas de Mato Grosso, inscrito en el concurso con el seudónimo “Rosa”. La obra, de acuerdo con el acta de dictaminación leída en acto solemne, dicta que “el volumen presenta diversos, sugerentes y afortunados vaivenes de la poesía y la historia, a la literatura y la política, a través de un rico discurso polifónico que lo mismo toma la forma de diálogo que del retrato literario y del poema documental”.

Como jurado fungieron Alicia García Bergua, Hernán Bravo Varela y Ernesto Lumbreras Bautista, quienes de manera unánime decretaron a Armando Salgado como ganador del premio.

El poeta, originario de Uruapan, Michoacán, nació en 1985. Es escritor y profesor, egresado de la Normal Rural Vasco de Quiroga de Tiripetío, Michoacán, y maestro en Educación Básica por la Universidad Pedagógica Nacional.

Armando cuenta con un total de 12 volúmenes publicados, entre los que sobresalen Liturgias (Premio Michoacán de Literatura Ópera Prima de Poesía 2011), Variaciones de una vida rota (Premio Michoacán de Literatura Ópera Prima de Narrativa 2011), Azogue Suite (Premio Nacional de Literatura Joven Salvador Gallardo Dávalos 2012), Estancia de ánimas (Premio Nacional de Poesía Joven Francisco Cervantes Vidal 2013) y Fiebrerías (2014).

A estos se suma Tierras altas de Mato Grosso, que en palabras del autor es un libro que busca “hilvanar el pasado con el futuro”, por eso “al inicio hay un capítulo donde abordo la obra de un poeta distópico que siempre cuestiona los planteamientos de las futuras sociedades”.

El poemario hace una conexión con el pasado al citar una región en Brasil, llamada Mato Grosso, un sitio con pinturas rupestres que datan de hace 10 mil años, con las que se pensaba que nunca iba a existir una sociedad de consumo.

“Es un libro que cuestiona de forma constante las configuraciones sociales, la formas de cómo pensamos y de cómo vemos el mundo. Hay un dejo de desencanto constante en varios poemas donde se cuestiona el modo de la vida actual; hay otros poemas que abordan situaciones históricas como lo fue el genocidio armenio, y también hay un pasaje donde se habla de las escuelas normales rurales del país”, refiere.

“Pareciera que son pasajes aislados de la historia, pero que de alguna u otra manera hay un hilo conductor desde la memoria, desde el desencanto, desde la generación de otras maneras de pensar en el mundo que constituyen un libro que permite replantear el mismo mundo”, expresa.

“El libro cuenta con 76 cuartillas, esta dividido en 7 capítulos y cada uno consta de diez poemas aproximadamente”, comenta el escritor, quien presenta una obra con algunos poemas cortos que no exceden más de una cuartilla, pero hay otros que son escritos en verso libre, en prosa poética e incluso hay algunos que son completamente distintos a los que venía trabajando en los anteriores libros.

“Creo que logro un ejemplar redondo y que se puede sumar a la literatura mexicana con un libro que marque cierta tendencia sobre todo con la poesía que se escribe en nuestro país actualmente”, destaca.

Por último dijo que tardó en escribir el libro cuatros años, durante los cuales hubo un constante tallereo, hasta darse cuenta de que el libro quedó listo para empezar a enviarlo a concursos, y señala que una de las bondades que tienen los premios literarios es que hacen posible dar a conocer la obra de distintos autores.