San Roque, el barrio del Tuxtla antiguo y moderno

Con más de 300 años de historia, el barrio de San Roque es sin duda uno de los lugares de mayor tradición en la ciudad de Tuxtla Gutiérrez, que a pesar del tiempo ha logrado preservar las costumbres de la cultura Zoque.

San Roque nace en lo que anteriormente se conocía como barrio San Andrés, el cual estaba formado por dos manzanas y una calle principal.

Una de las características de este barrio es su parroquia, asentada en una loma que antiguamente era un lugar donde yacía el panteón de la zona.

De acuerdo con la representante de la cultura tradicional de este barrio y docente en arte, María del Carmen Palacios Velazquez, en este lugar —aproximadamente en el año 1600— este panteón era el más importante de la capital, en donde debido a las epidemias de la época, la población decidió orar a San Roque para su pronta sanación.

Precisó que anteriormente las casas estaban construidas a partir de palos, cañas entretejidas con un terminado de barro y tejas, en donde la ciudadanía se dedicaba principalmente a actividades como la agricultura y la elaboración de alimentos.

Asimismo, recordó que en este lugar existían abundantes árboles de flor de mayo, guaya, chicozapote y flor de bromelia, los cuales servían para delimitar los terrenos de las diferentes viviendas.

Con el paso del tiempo, el barrio fue creciendo y con ello, sus tradiciones, costumbres los cuales enriquecieron a este lugar típico de Tuxtla Gutiérrez.

En la época moderna y con un rostro totalmente diferente al Tuxtla antiguo, San Roque continúa preservando su origen como barrio, a pesar del proceso transformador que tuvo en tres siglos.

Muestra de ello eran las corridas de toro que se realizaban atrás del antiguo templo de San Roque, las únicas que se llevaban a cabo a mitad del siglo XX.

Además se construyeron modernos edificios, como fue el Instituto de Ciencias y Artes de Chiapas (Icach), conocido hoy como la Secundaria del Estado.

Palacios Velázquez relata que una de las tradiciones más características de los hogares de este barrio, es que al llegar a cualquier vivienda a las doce del día te ofrecían un vaso de pozol, tradición que hasta la fecha algunas familias conservan”, detalló.

En este barrio señala, aún se conservan tradiciones de la cultura zoque, como su danza, comida e indumentaria, por lo que cada año en el mes de agosto las calles se llenan de alegría y tradición con la tradicional Feria de San Roque.

Es el único barrio que tiene a dos patronos, San Roque y San Bartolomé, los cuales se festejan en el marco de esta feria, en donde se llevan a cabo diversas actividades culturales.

En el ámbito religioso, se continúa preservando las peregrinaciones con motivo a las fiestas patronales de San Roque y San Bartolomé.

En lo que se refiere al rescate de la cultura zoque, en estas festividades acuden ramilleteros tradicionales de Tuxtla y de zonas cercanas a la capital, para elaborar como lo hacían los antiguos zoques, el joyonaqué, mejor conocido como ramillete de flores, los cuales son entregados como ofrenda a los dos patrones del barrio.

“La invitación se hace extensiva a todas las comunidades descendientes de los zoques que tienen un acervo cultural vigente. En San Roque no tenemos que rescatar tradiciones, aún reinan nuestras raíces”, destacó.

“En la comida tenemos la chanfaina y la sopa de pan, así como la vestimenta y la música, elementos que son el núcleo de una fiesta tradicional”, aseveró.

Puntualizó que dentro del sitio existen siete familias que aún conservan el arraigo cultural del barrio, en donde las tradiciones son guardadas por generaciones.

En este año, la feria será distinta a las que de años anteriores, señala doña María del Carmen Palacios Velázquez, pues esta vez no contó con el apoyo de las autoridades del municipio para contar con una gran cartelera de artistas, por lo que será una feria tradicional.

“Durante 10 años se traían grupos musicales de talla nacional, pero ahora será diferente, ya que se contará con espectáculos totalmente tradicionales”, manifestó.

Este año la feria se ha realizado con el apoyo de toda la comunidad, como vecinos e integrantes de la iglesia, en donde pretendemos dar a conocer costumbres que se habían perdido a través de los años.

Reconoció que es fundamental que las nuevas generaciones sepan la historia de los barrios característicos de la capital, debido a que es parte fundamental la identidad como tuxtlecos.

A pesar de ello, tanto la feria como el barrio de San Roque, continuarán dando luz y brillo a una de las festividades más antiguas y representativas de la cultura zoque en Tuxtla Gutiérrez.