Un hombre originario de El Salvador, que el 27 de septiembre del año pasado habría dado muerte a su hijo de ocho años y tirado el cuerpo en las márgenes del río Coatancito, se entregó ayer a las autoridades que investigaban la “desaparición” del menor que él mismo había reportado.
Desde ese día, la Procuraduría General de Justicia del Estado habría lanzado la Alerta Amber para localizar a Josué David Campos Montaño, el cual dijeron en ese entonces había salido de su domicilio en el malecón de la colonia Obrera a las 8:30 horas para ir a jugar y ya no regresó.
Por ello se iniciaron las investigaciones y en las últimas horas, el padre del niño, Fernando Campos Campos, acudió ante la Fiscalía Especializada en la Atención de Delitos Cometidos contra Migrantes, ya que tanto él como su hijo son de nacionalidad salvadoreña, para entregarse y aceptar que él le había quitado la vida al pequeño.
El hombre dijo que el cuerpo del infante lo había tirado en las márgenes del río Coatancito, en donde los zopilotes lo habrían devorado, aunque al practicar las diligencias con elementos de Servicios Periciales, localizaron parte de la osamenta.
El sujeto, quien mencionó que “la conciencia no lo dejaba tranquilo”, fue detenido y puesto a disposición del Ministerio Público por el delito de filicidio y lo que resulte.