Siniestro pasado: José Luis Soberanes y Pablo Salazar, pactan

Publicado el sábado 11 de marzo de 2006Julio César Rincón / CPPara el periodista político Ángel Mario Ksheratto Flores, la visita del Ombudsman José Luis Soberanes Fernández a Chiapas tuvo como objetivo cubrir al gobernador del estado ante las constantes denuncias que el mandatario tiene por agresión contra periodistas, negociando a cambio una ley que ya existía, pero también sigue siendo delicada.

Ksheratto Flores dejó entrever sus sospechas, al sostener que en los próximos días, la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) haría pública la recomendación en la que su persona había sido detenida tres veces por el mismo delito, dos por la misma averiguación previa, así como por permanecer más de 80 horas incomunicado en el penal de El Amate.

“Venia una recomendación de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos y curiosamente ayer que viene el presidente de este organismo Pablo anuncia que va a regresar la ley a su estado anterior, a su estado normal”, se interrogó.

Concesión no grata

Al referirse a la reforma que el mandatario envió al Congreso del Estado, el columnista de Cuarto Poder sentenció que no es una concesión graciosa, debido a que es una situación que se da en un marco de presiones y represiones que lo único que hace es corroborar que este gobierno actúa de acuerdo con intereses personales.

Por ello, exigió a Soberanes Fernández que emita dicha recomendación, ya que catalogó de vergonzoso que se negocie un asunto público entre dos personajes. “Que no venga a negociar a cambio de un recule vergonzoso para el gobierno de Pablo, porque es un engaño, es una estrategia falsa, ya que desde antes la ley estaba torcida, la ley era represiva y volvería a su estado natural, entonces es una burla”, apuntó.

Hipótesis

De igual forma Ksheratto Flores insistió una y otra vez en su hipótesis, argumentando que el mismo día de la visita de Soberanes Fernández a la entidad, él solicitaba información sobre el curso de su queja, que se le ocultó por personal de esa instancia adscrito al departamento de averiguaciones contra periodistas, la cual bajo presiones de una tercera persona logró conseguir.