Chiapas contiene una gran diversidad de centros arqueológicos de diferentes culturas prehispánicas, muchas de ellas poco conocidas por la ciudadanía, una de éstas es Iglesia Vieja, un sitio arqueológico ubicado en el municipio de Tonalá, enclavado en las faldas de la Sierra de Chiapas. Se cree que pudo haber sido construido en el año 400 antes de Cristo (A.C).
Se caracteriza por ser un sitio casi fortificado, ya que sus edificaciones fueron construidas con piedras de granito muy grandes, mismas que llegan a tener hasta cuatro metros de largo, 1.5 metros de ancho y un grosor de un metro, piedras que pesan toneladas. El sitio ha sido denominado por el arqueólogo Akira Kaneko como lugar megalítico (lugar de piedras gigantes).
En este lugar se han encontrado vestigios de cerámica con características de la etnia zoque, muy al estilo de las halladas en la Depresión Central del estado, como Chiapa de Corzo, Ocozocoautla y San Isidro. Mediante esto se llegó a la propuesta de que este lugar fue un asentamiento zoque prehispánico.
“Se ha llegado a pensar que no solo el occidente de Chiapas fue habitado por zoques, sino también gran parte de la zona Costa chiapaneca, a mediados del Clásico Tardío, porque ahí se ha encontrado cerámica denominada negra borde blanco, que caracterizó a esta etnia durante casi toda su vida”, narra Eliseo Linares Villanueva, arqueólogo de Museo Regional de Chiapas.
Ciudad observatorio
Iglesia Vieja alberga construcciones muy singulares y únicas en el estado. Ahí se pueden observar pirámides como en toda Mesoamérica, pero éstas de inmenso tamaño; por su lugar geográfico tiene una vista panorámica. Pudo haber sido utilizado como punto de observación estelar y además de vigilancia para las caravanas que transitaban por la Costa.
Akira Kaneko piensa que este lugar fungió como el control de paso de la gente proveniente de Oaxaca hacia el Sur y viceversa, todo un centro zoque de control.
“Si hay una sociedad que tenga características de ser una civilización, dentro de la etnia zoque precolombina, posiblemente haya sido Iglesia Vieja. Por tener edificaciones muy grandes se debió necesitar mucha fuerza de trabajo, es decir que vivía mucha gente ahí y que prestó sus servicios para construir esas edificaciones, lo que parece no haber sucedido en Chiapa de Corzo. Pero está todo por comprobarse”, añade Linares Villanueva.
Alrededor del 700 después de Cristo (D.C), arriban los teotihuacanos y después de este evento social no se sabe que pasó con este sitio, respecto a su abandono. No se sabe si los zoques dejaron la Costa o no.